Los propietarios de una finca de sa Pobla realizaron un hallazgo sorprendente al limpiar un viejo almacén agrícola. En el interior del habitáculo había 15 kilos de goma 2, 21 detonadores y 12 metros de mecha lenta. Al parecer podrían permanecer allí desde hacía 40 o 50 años y el explosivo se encontraba en muy mal estado. Los artificieros de la Guardia Civil se han encargado de su destrucción. El paso del tiempo lo había degradado. No obstante, era «muy inestable y peligroso».

Los explosivos habían sido adquiridos hace casi medio siglo, al parecer, por un familiar ya fallecido. Este era el dueño de una empresa de construcción. En esos años era habitual utilizar este tipo de dinamita para los trabajos que realizaban.

Tras el hallazgo de los explosivos en la finca de sa Pobla, los propietarios avisaron a la Guardia Civil. Artificieros del Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (Gedex) del instituto armado se hicieron cargo de la dinamita. Los expertos concluyeron que, dado el deteriorado estado de la goma 2, la forma más segura de destruirla era quemándola

A continuación, los especialistas del instituto armado trasladaron el explosivo hacia un lugar seguro para llevarla a cabo la incineración. Pese al elevado tiempo transcurrido desde el almacenamiento de la goma 2 hasta su descubrimiento, no había garantías de que no pudiera estallar.

Como recomendación ante hallazgos similares, la Guardia Civil insta a las personas que realicen un hallazgo de un explosivo, proyectil o artefacto que se abstengan en todo momento de tocarlo, moverlo o manipularlo. De hecho el instituto armado indica que han de llamar al 062 para que los artificieros del cuerpo se hagan cargo de él. «Aunque parezca inservible, puede explosionar», recalcan. En el caso de los proyectiles, el explosivo permanece intacto en su interior con el paso de los años, debido a la cubierta metálica que lo envuelve.