La Guardia Civil ha conseguido detener a una siete miembros de una peligrosa banda de atracadores juveniles, de entre 19 y 26 años, que utilizaban una «violencia extrema» para cometer los robos en Sant Llorenç y Son Servera. Dos de sus víctimas, a las que abordaron cuando salían de discotecas de la zona, acabaron en el hospital con lesiones muy graves por las palizas recibidas. También asaltaron dos domicilios, en uno de los cuales intentaron apuñalar al morador. Fruto de la investigación, en la que han participado las policías locales de ambos municipios, tres de los sospechosos han ingresado en prisión preventiva.

La banda cometió el primer atraco el pasado día 18 en las inmediaciones de un pub de Cala Millor. Un joven salió a fumar a la terraza del local y fue abordado por siete personas, que empezaron a darle puñetazos, patadas y golpes por todo el cuerpo para robarse sus pertenencias. La víctima tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital de Manacor, donde quedó ingresada por las graves lesiones sufridas. Los delincuentes, según comprobó la Guardia Civil durante la investigación, se fotografiaron posando junto a las manchas de sangre que quedaron en lugar del ataque y subieron las imágenes a las redes sociales.

El grupo no tardó en volver a las andadas. La noche siguiente robaron al descuido un teléfono móvil en una discoteca de Cala Millor y poco después tres miembros del grupo apalearon a otro joven a la salida del local. Le robaron dinero y un teléfono de alta gama. Huyeron dejando a la víctima inconsciente en la calle. El perjudicado tuvo que ser trasladado también al hospital de Manacor con lesiones muy graves.

La banda de delincuentes también actuó en dos domicilios. En uno de ellos forzaron una ventana y se apoderaron de diversos aparatos electrónicos. En la otra, uno de los acusados irrumpió armado con dos cuchillos. Se topó con el morador de la vivienda, al que intentó apuñalar. La víctima pudo zafarse y el intruso se marchó, llevándose un patinete eléctrico, dinero en efectivo y una sudadera. 

La Guardia Civil y las policías locales de Sant Llorenç y Son Servera colaboraron para detener a la banda. Las pesquisas permitieron identificar a los siete miembros del grupo, que fueron detenidos hace unos días. Los agentes consiguieron recuperar todos los efectos robados y decomisaron varias armas blancas y una pistola simulada. Los siete acusados fueron puestos a disposición del juzgado de guardia de Manacor, que ordenó el ingreso en prisión preventiva de tres de ellos. Los dos jóvenes que fueron apaleados se recuperan ya en sus domicilios de las lesiones sufridas.