La joven de 18 años que murió el pasado sábado en un restaurante de la Plaza de España sufrió un fallo cardíaco fulminante, lo que se denomina habitualmente «muerte súbita». Los forenses le practicaron ayer la autopsia y encartaron la práctica de pruebas de laboratorio para tratar de determinar las causas de este fallo orgánico.

El deceso ocurrió el pasado sábado sobre las cinco de la tarde, cuando la joven, de 18 años, se encontraba en un restaurante de la Plaza de España. De repente se quejó de un fuerte dolor en el pecho y cayó desplomada. Al lugar acudieron rápidamente dotaciones de la Policía Local de Palma y de la Policía Nacional, que iniciaron los intentos de reanimación. Posteriormente se unió a estas prácticas el equipo de una ambulancia del 061, pero todo fue inútil y la joven falleció allí mismo.

El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma, donde ayer se le practicó la autopsia. Los forenses comprobaron que se había tratado de un episodio de muerte súbita, provocado por un fallo cardíaco repentino. 

Para tratar de determinar las causas de este fallo encargaron que se llevasen a cabo diversas pruebas de laboratorio, cuyos resultados pueden demorarse varias semanas.