Nada de videoconferencia. La declaración de la madre de Jorge Ignacio P. J., presunto autor de los asesinatos en serie de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas y de los asesinatos intentados de otras ocho mujeres, será en València y, por tanto, presencial. Así lo ha determinado el juez de Instrucción 20 de València, coordinador de las investigaciones sobre el presunto asesino en serie, en su respuesta a la abogada del acusado, que intercedió ante el magistrado, en nombre de Jorge Ignacio P. J., solicitando que su madre, P.J., declarase por videoconferencia desde Palma de, donde reside.

La abogada de Jorge Ignacio P. J., a quien ya representó cuando fue condenado tras serle intervenidos 298 gramos de cocaína en Pamplona, se dirigió al juez el pasado miércoles, el mismo día que la Guardia Civil buscaba los restos de Marta en el interior del pozo abandonado de Senyera, para solicitar que su declaración fuese realizada desde Palma para ahorrarle el coste de viajar hasta València.

La propia letrada habla en su escrito en calidad de abogada del procesado y como tal dice que «solicitamos» que la prueba testifical de la «madre de mi representado» se realice «por el sistema de videoconferencia».

El juez ni siquiera se molesta en rebatir sus argumentos de que venir desde Mallorca a València le supone «un grave perjuicio económico» o que la videoconferencia ya se ha empleado para practicar otras pruebas. Así, en una respuesta sucinta pero contundente, le responde que «visto lo solicitado y no siendo la representación procesal de la testigo, no ha lugar a lo solicitado».

Por tanto, se mantiene la fecha fijada inicialmente por el juez, el próximo viernes, día 15, a las 10.00 horas, como la prevista para que P.J sea interrogada, en calidad de testigo —por tanto, no necesita llevar abogado, pero sí está obligada a decir verdad—, por el juez, la fiscal, las tres acusaciones particulares y, si así lo desea, también por la abogada de su hijo.

«Si alguien sabe algo es la madre»

El objetivo de esa comparecencia es averiguar cuánto sabía o dejaba de saber de las andanzas de su hijo y, sobre todo, de los sucesos ocurridos con las once mujeres a las que presuntamente mató, o estuvo a punto de hacerlo.

Según el testimonio de un amigo de Jorge Ignacio P. J., madre e hijo están muy unidos. De hecho, llega a calificar de «especial y diferente» esa relación y, a preguntas de la Guardia Civil, consideró «extraño» que P.J no estuviese al tanto de lo ocurrido con Marta Calvo dado lo cerca de ese hecho que fue su llegada a València desde Palma, solo un día después del asesinato de la joven de Estivella.

En la única declaración prestada por la madre del presunto asesino en serie ante la Guardia Civil, la mujer justificó ese viaje en que era el cumpleaños de su hijo. El asesinato de Marta se produjo en las primeras horas del jueves, 7 de noviembre. Al día siguiente, día 8, era el cumpleaños de Jorge Ignacio P. J., pero la madre no llegó hasta las 23.30 y tuvo que trasladarse a Xàtiva en un tren, en lugar de ir su hijo a buscarla al aeropuerto de Manises, mientras que cuando partió de regreso a la isla, el domingo, 10, por la noche, sí fue a llevarla con su coche.

El mismo testigo afirmó a los investigadores que estaba convencido de que la madre «era conocedora de todo lo sucedido», dado que «era una persona de la máxima confianza de Jorge, y que, de hecho, era conocedora de los negocios relacionados con el tráfico de drogas que mantenía su hijo» y que actuaba como consejera en los mismos.

El informe policial entregado en septiembre al juez y que incluye la declaración de ese testigo, realizada por este de manera voluntaria en marzo de 2020, recoge que el mismo «refiere que si alguien debe saber algo de interés respecto de la desaparición de Marta es la madre de Jorge. A ella le contaba todo, la comunicación entre ambos era diaria. Para él no era normal estar más de 3 ó 4 días sin llamar a su madre». Y concluye: «Estaban muy apegados».

Precisamente ese informe ha sido la base para que dos de las acusaciones particulares pidieran la comparecencia urgente de P.J para dirimir su grado de conocimiento, e incluso de implicación, en los hechos investigados.