La Guardia Civil ha detenido en Inca a un hombre que amenazaba con tirarse desde un quinto piso para no ser detenido por quebrantar una orden de alejamiento de su expareja. El sospechoso, un marroquí de 34 años que iba armado con un cuchillo, había sido arrestado ya dos veces en las horas anteriores por el mismo motivo. Tiene varios antecedentes por violencia machista y la víctima cuenta con protección policial al considerarse un caso de alto riesgo. Un agente de la Guardia Civil logró convencerle horas después para que se entregara y, tras pasar por el área de psiquiatría del hospital de Inca, ha ingresado en prisión por orden judicial.

Los hechos, según informó ayer la Guardia Civil, ocurrieron el pasado domingo hacia las diez de la noche. Una patrulla del instituto armado controlaba las inmediaciones del domicilio de la víctima cuando descubrió al hombre en el balcón colindante al domicilio de la mujer. 

Los agentes corrieron a interceptarlo y, al verse descubierto, el acusado se subió al muro de la terraza. Llevaba un cuchillo en las manos y empezó a gritar que se tiraría al vacío si intentaban detenerlo. 

La tensión fue máxima y los servicios de emergencias se movilizaron de inmediato. La zona fue acordonada y tomada por agentes, bomberos y ambulancias. Una negociador de la Guardia Civil trató de convencer al acusado de que se entregara. Dos horas más tarde, consiguió que el hombre lanzara el arma. Sin embargo, siguió amenazando con tirarse al vacío si trataban de arrestarlo.

La intervención de un guardia civil de Inca que domina completamente el idioma bereber resultó fundamental para poner fin a la situación. El agente logró ganarse la confianza del acusado poco a poco y, ya de madrugada, consiguió convencerle para que se entregara.

El sospechoso salió finalmente de la vivienda y se entregó sin oponer ninguna resistencia. Los guardias civiles lo detuvieron por haber quebrantado la orden de alejamiento de su expareja, dictada en una condena por malos tratos. Pese a esta resolución judicial, el hombre ha incumplido la medida en varias ocasiones.

De hecho, el pasado fin de semana ya había sido detenido dos veces en cuestión de horas por aproximarse al domicilio de su expareja. El sábado por la tarde, la Guardia Civil ya detectó su presencia cerca de la vivienda de la víctima. En aquella ocasión, el hombre optó por huir a la carrera al verse sorprendido, lo que dio pie a una larga persecución a la que se unió la Policía Local de Inca. Los agentes fueron tras él durante aproximadamente una hora hasta que consiguieron capturarlo. Quedó en libertad poco después y el domingo por la noche regresó al domicilio de su expareja.

Tras su tercera detención en tres días, el hombre fue trasladado al hospital de Inca. Fue atendido en el área de psiquiatría y, tras recibir el alta, la jueza ordenó su ingreso en prisión.