Cada día se separaban en siete grupúsculos formados por tres personas. Una mujer oficia de «picadora», es decir, se encarga de sustraer hábilmente la cartera del bolsillo ajeno. Va acompañada normalmente por un hombre, que distrae a la víctima y la cubre si hay problemas. Y un tercer hombre les espera en un vehículo para huir rápidamente. Esta sería la radiografía de una «colla» de carteristas, miembros de una banda altamente especializada en hurtos en las principales zonas turísticas de la isla. La operación Transilvania, de la Policía Nacional y la Policía Local de Palma desmanteló el pasado martes la organización, que tenía su base en s’Arenal. Los agentes les intervinieron 6.000 euros, fruto de apenas unos días de «trabajo», pero sospechan que cada temporada podrían conseguir un botín de cientos de miles de euros.

Los investigadores habían detectado la presencia de esta banda desde 2019. Se trata de un grupo organizado formado por veteranos carteristas, todos de nacionalidad rumana, que operaban tanto en la isla como en otros puntos de España con gran concentración de turistas, como Málaga o Tenerife. En Mallorca se habían instalado en distintos hoteles y en un chalé de alquiler en s’Arenal de Palma y Llucmajor.

Las diferentes «colles» se repartían las diferentes zonas turísticas de la isla, en especial el centro de Palma. Sus miembros compartían recursos y se coordinaban para no interferirse entre ellos.

Tras someterles a seguimiento, los investigadores culminaron el martes la operación Transilvania. A las seis de la mañana irrumpieron en sus alojamientos y arrestaron a nueve presuntos integrantes de la banda.

En los siete registros domiciliaros los agentes se incautaron de 6.000 euros en efectivo, así como divisas de otros países, una quincena de teléfonos móviles y prendas de vestir de marca presuntamente sustraídas,. También hallaron diversos «instrumentos de trabajo», como planos turísticos usados como «muleta» para distraer a la víctima, y justificantes de envíos de dinero a su país de origen. La Policía cree que los 6.000 euros intervenidos eran fruto de apenas unos días de «trabajo» y que cada temporada conseguían un botín de varios cientos de miles de euros.

La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la comisaría de distrito Centro de la Policía Nacional, en colaboración con la Policía Local de Palma. Hasta ayer habían sido arrestados nueve sospechosos, aunque no se descarta que se produzcan nuevos arrestos en los próximos días.

Se trata de la segunda gran intervención policial contra estas bandas organizadas, después de que el año pasado fuera desarticulada en Palma una de las mayores organizaciones internacionales de carteristas y descuideros.