Una mujer se sentó ayer en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma acusada de dejar tuerto, presuntamente, a su novio después de propinarle un puñetazo en un ojo. El fiscal pidió ayer tres años de prisión para la procesada por un presunto delito de lesiones graves con la agravante de parentesco. También reclamó que la encausada indemnizara a la víctima con 2.000 euros por las lesiones y 20.000 euros por las secuelas.

Durante su comparecencia ante la Sala, la acusada negó que le hubiera propinado tal puñetazo a su pareja. Por el contrario argumentó que él se había autolesionado y, para ello, aportó unas capturas de conversaciones de Whatsapp en las que él supuestamente indicaba que se había golpeado el mismo en el globo ocular. «Me dijo que se iba a golpear el mismo en el ojo y luego me enseñó la foto», indicó durante la vista. Asimismo, la encausada aseguró que su entonces pareja iba a decir que le habían golpeado en el Paseo Marítimo.

«Al no recogerla esa noche en el trabajo, ella me dio un puñetazo en el ojo. Se me salió de la órbita», indicó la víctima

Por el contrario, el afectado declaró ayer al tribunal, durante su comparecencia, que la acusada le había propinado un fuerte puñetazo en el ojo izquierdo y, como consecuencia del fuerte impacto, había perdido la visión por completo.

Los hechos que se juzgaron ayer tuvieron lugar la noche del 26 de junio de 2016 en el domicilio que ambos compartían en Palma. La pareja trabajaba junta en una cafetería de la capital balear. «Le dije que ese día no la recogería en el trabajo y que cenaría solo. Cuando llegué a casa, ella estaba ya allí. Se enfadó, me dijo ‘te voy a dar un guantazo’ y me dio un puñetazo en el ojo», relató. «Se me salió de la órbita y los párpados se me hincharon y tenían el tamaño de un dedo».

Desprendimiento de vitrio

La víctima afirmó que en esos momentos se propuso no denunciar a su pareja. «No quería perderla», se justificó. De hecho, cuando fue al hospital para ser atendido decidió regresar pronto a su domicilio. «Solo me decidía a denunciarla cuando me di cuenta de que había perdido el ojo izquierdo. Solo veo luz, no distingo nada», apuntó el denunciante al tribunal.

Por su parte, un perito indicó que el afectado podría haber tenido un desprendimiento de vitrio o de retina. El facultativo precisó que la lesión ocular que presentaba la víctima era compatible con un puñetazo directo al ojo izquierdo. «Ha tenido una atención médica irregular», señaló el especialista. «Cuando acudió a Son Espases, se tenía que haber quedado ingresado y guardar reposo absoluto», recalcó.