«Con una mochila bien equipada se llega al fin del mundo», asevera el jefe del Grupo de Montaña de la Guardia Civil en Balears Juan Carlos Rodríguez Sunyé . Cualquier temeridad se puede pagar muy caro en estos días con un alto riesgo de hipotermia.

Planificar de antemano la ruta de montaña que se va a hacer, adecuarla a nuestro nivel técnico y físico y llevar la indumentaria idónea y los alimentos suficientes pueden contribuir a pasar un espléndido día en la naturaleza. De lo contrario la excursión se puede tornar en una pesadilla.

«La montaña invernal es peligrosa. No es un centro comercial», recalca el responsable del GREIM. Por este motivo, siempre hay que tener presente que el peor de los supuestos se puede dar en cualquier momento.

«A todos los montañeros, incluidos los más experimentados, les puede pasar cualquier cosa», subraya. El móvil cargado hasta arriba, una batería externa y una linterna frontal pueden ser suficientes para movernos con seguridad por el monte. A estos aparatos habría que añadir las prendas de abrigo adecuadas y la bebida y comida.

También es muy importante ser consciente de la capacidad de cada uno y tener presente que, en función del paso y de la hora de salida, se puede echar la noche, con el riesgo que conlleva.