Un hombre confesó ayer que violó varias veces a dos yeguas en una cuadra en Alcúdia. El acusado admitió en el juicio que entre enero y marzo de 2018 se coló cinco veces en una finca para mantener relaciones sexuales con los animales, a los que también penetró con palos y objetos punzantes. Ambos sufrieron lesiones y uno de ellos sufre secuelas psicológicas. El procesado se declaró autor de dos delitos de maltrato animal en su modalidad de explotación sexual y aceptó por ellos dos años de cárcel, la pena que solicitaban el fiscal y el abogado de la dueña de los equinos. Sin embargo, la Asociación Balear de Abogados por los Derechos de los Animales (ABADA) reclama tres meses más de prisión. La magistrada decidirá la pena en la sentencia.
El acusado, colombiano de 56 años, acató también indemnizar con 968 euros a la propietaria de los equinos por los gastos veterinarios y una inhabilitación de seis años para cualquier profesión relacionada con los animales.
El hombre reconoció todos los hechos imputados por las acusaciones. Como él mismo admitió, entró por primera vez en los establos, situados a las afueras de Alcúdia, el 1 de enero de 2018. Ese día utilizó un palo para penetrar vaginalmente a una potra de siete meses, que sufrió diversas lesiones en los genitales por las que precisó tratamiento. Además, desde entonces tiene miedo a las personas.
El acusado regresó a la cuadra otras cuatro veces, siempre de madrugada, a lo largo del mes de marzo de aquel año. En estas ocasiones, ató a una yegua y mantuvo relaciones sexuales con ella, introduciéndole tanto su pene como objetos punzantes. Este animal sufrió también diversas lesiones y tuvo que ser atendida por un veterinario.
Los hechos fueron descubiertos cuando la dueña de los equinos detectó las heridas y un extraño cambio de comportamiento de los animales. El veterinario sospechaba que habían sufrido ataques sexuales, por lo que la mujer instaló en la cuadra unas cámaras de vigilancia. Varias de las violaciones quedaron grabadas y se convirtieron en la principal prueba del caso. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil arrestó al sospechoso, que no tenían relación alguna con la finca ni sus dueños, en cuestión de días.
"Sufrimiento gratuito"
El acuerdo alcanzado entre las partes no fue completo. Pese a que la defensa y las acusaciones pactaron el relato de los hechos y los dos delitos de maltrato animal -uno de ellos continuado- cometidos por el hombre , no se pusieron de acuerdo sobre la condena a imponer. El letrado de ABADA reclama tres meses más de prisión porque, según expuso en su informe de conclusiones definitivas, el procesado «causó un gran sufrimiento de forma gratuita y reiterativa» a la potra.
La jueza encargada del caso debe decidir ahora si le impone dos años o dos años y tres meses de prisión, cuestión que zanjará en la sentencia.
