El incendio del parque natural de S'Albufera, el peor de los últimos años, aún sigue activo. Efectivos de los Bombers de Mallorca siguen trabajando en el Camí de s'Amarador para controlar las llamas que ya han arrasado poco más de 280 hectáreas de terreno. Además, el fuego ha calcinado tres casas y ha provocado daños en el exterior de otras dos, según el servicio de emergencias 112. Agentes del Seprona y Medio Ambiente han abierto una investigación para aclarar las causas que han provocado el inciendio, si bien las primeras hipótesis apuntan a que el fuego pudo ser intencionado.

La noche ha sido muy complicada para el medio centenar de profesionales que trabajan sobre el terreno por las fuertes rachas de viento , que han alcanzado en algunos puntos los 110 kilómetros por hora. Sin embargo, durante la madrugada el viento ha ido amainando, facilitando las labores de los bomberos.

Según ha informado desde Conselleria de Medio Ambiente este sábado en declaraciones a Europa Press, el incendio del camino de s' Amarador es el que se encuentra "más fuerte" a pesar de que a las 08.40 horas ha vuelto a ser declarado de nivel 1 por lo que "ya no existe riesgo para las personas".

El fuego se declaró a las seis y diez de la tarde de ayer en uno de los extremos de s’Albufera, en la carretera de Muro Can Picafort, junto al camí de s’Amarador. El fuerte viento empujó con inusitada rapidez las llamas, que se extendieron por una enorme área de cañizo, muy seco tras los meses de verano.

Desde el principio el fuego provocó unas imágenes impactantes, con una gran ola de llamas que avanzaba con rapidez sobre el cañizo. Tres helicópteros del Ibanat trabajaron en la zona hasta que la caída de la noche hizo inviable el vuelo, con lo que las tareas de extinción tuvieron que llevarse a cabo por tierra. Junto a los bomberos de los parques de Alcúdia e Inca trabajaron todos los efectivos disponibles del Ibanat, unas cincuenta personas. Una veintena de viviendas de las Cases de Son Sant Martí fueron desalojadas por sus propios moradores, alarmados por la cercanía y voracidad de las llamas. A las ocho de la tarde el Ibanat declaró el incendio de nivel 1, que implica riesgo para infraestructuras y viviendas. A las nueve se decretó el nivel 2, que alerta del peligro para las personas.

De madrugada, pese a los esfuerzos de los bomberos, las llamas llegaron a varias viviendas de la zona. Tres de ellas han quedado calcinadas, mientras que otras dos han sufrido daños en el exterior. Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, los vientos han amainado y han permitido contener el fuego, por lo que ha vuelto a ser declarado de nivel 1.

Agentes del Seprona y de Medio Ambiente han abierto una investigación para aclarar las causas que provocaron el incendio. Las primeras hipótesis apuntan a que el fuego pudo ser intencionado, aunque hasta que no se extingan las llamas, los investigadores no podrán trabajar sobre el terreno y extraer así conclusiones definitivas.