Un hombre ha sido condenado a cinco años y cuatro meses de prisión por atracar una farmacia y una joyería en Palma simulando que llevaba una pistola. El acusado, de 60 años y con numerosos antecedentes, logró un botín de 575 euros en los dos robos, cometidos en días sucesivos. El atracador reconoció los hechos ante el juez y se conformó con la pena tras pactar con la fiscalía, que reclamaba inicialmente diez años de prisión. El magistrado le condenó como autor de dos delitos de robo con intimidación en local abierto al público con la agravante de reincidencia.

El primer atraco se produjo hacia las dos de la tarde del 14 de enero de 2018. El hombre entró en una farmacia de la calle Sant Miquel, en Palma, y se acercó a una empleada. "Dame todo el dinero que tengas, llevó una pistola en la chaqueta", le espetó. Para que su amenaza pareciera real, el hombre llevaba en todo momento una mano escondida bajo una prenda de ropa. La trabajadora, atemorizada, le entregó todos los billetes que había en la caja registradora. El delincuente escapó del comercio con 575 euros.

Al día siguiente

No tardó en volver a actuar. Al día siguiente, a la una de la tarde, entró en una joyería situada en la calle Aragó. En la tienda estaban en ese momento las dos propietarias. Se acercó a ellas, se coló en la parte interior del mostrador y levantó la mano izquierda que llevaba tapada con una prenda. "Dame la caja", le dijo a una de las mujeres. Creyendo que el atracador llevaba una arma y temiendo que las agrediera, la víctima le dio un billete de 50 euros. El hombre se marchó a la carrera del establecimiento. Su huida fue corta. Ese mismo día, fue detenido por la Policía Nacional. Quedó en libertad horas después por orden del juez de guardia.

Un juzgado de instrucción de Palma abrió un proceso judicial contra el sospechoso por los atracos cometidos en la farmacia y la joyería. Cerrada la investigación, la fiscalía le imputó dos delitos de robo con intimidación en local abierto al público. La acusación apreció la agravante de reincidencia, ya que en agosto de 2017 ya fue condenado a dos años y tres meses de prisión por un robo con intimidación, pena que todavía no había cumplido el acusado. Por estos hechos, el ministerio público reclamó una condena de diez años de cárcel.

El procesado compareció hace unas semanas en un juzgado de lo penal de Palma. Antes de la vista oral, la fiscal y el abogado defensor alcanzaron un acuerdo de conformidad. El acusado dio el visto bueno al pacto y finalmente se declaró autor de los dos delitos y acató una condena total de cinco años y cuatro meses de reclusión. El magistrado dictó sentencia de viva voz ante la conformidad del hombre. El fallo ya es firme y no será recurrido por las partes.

Las comerciantes a las que atracó renunciaron a ser indemnizadas por el dinero que les robó, ya que sus compañías aseguradoras les habían compensado ya.

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