Todos los residentes de una finca cercana a Pere Garau, en la calle Lluís Martí, fueron desalojados este lunes a mediodía. [vea aquí las imágenes]. Los vecinos de otros tres pisos fueron evacuados debido al riesgo de derrumbe inminente por el mal estado de las vigas. El domingo ya fue desalojada una docena de personas por idéntica causa en la calle Joan Mestre, a la vuelta de la esquina.

Bombers de Palma acudieron la mañana del lunes al número 73 de la calle Lluís Martí, colindante con el número 10 de la calle Joan Mestre, desalojado el domingo. En ambos lugares se determinó que existía un riesgo real para los residentes. Si el domingo fueron desalojadas una docena de personas en Joan Mestre, unas 14 fueron evacuadas en la mañana de este lunes.

Al comprobar el mal estado de las vigas, los bomberos se encargaron de apuntalarlas. Mientras, los residentes se encargaron de empaquetar sus enseres y salir a la calle. Muchos vecinos se quejaron de que los servicios sociales municipales no les hubieran proporcionado una alternativa donde guarecerse.

La actuación preventiva de los bomberos se realizó a la espera de que los técnicos del Departamento municipal de disciplina urbanística realizara una valoración más exhaustiva de estos daños. La inspección determinará si la estructura ha resultado dañada.

Propietarios, inquilinos y okupas conformaban el variopinto colectivo de los residentes en los inmuebles situados en el número 10 de la calle Joan Mestre y en el número 73 de la calle Lluís Martí de Palma.

Muchos de ellos recogían sus enseres sin saber cuál iba a ser su paradero y sin que los servicios sociales municipales les hubieran ofrecido una alternativa. "Solo nos han ofrecido un albergue donde no tienes intimidad ninguna", señalaron.

"No hace falta que nos echen"

Catalina, de 65 años, se mostró consternada por haber sido conminada a abandonar su vivienda. Los bomberos habían apuntalado las vigas, pero no tenía la certeza de que su vivienda no fuera a colapsar. "Tengo hijas y ellas me acogen, pero me deberían dar un sitio para que pueda vivir hasta que se refuerce la estructura y pueda regresar a mi casa", señaló.

Otros vecinos, por su parte, protestaban por que hubieran sido desalojados, pese al riesgo de derrumbe. "Las vigas tienen aluminosis, pero yo soy albañil y las puedo cambiar. No hace falta que nos echen", propuso.

Por su parte, desde los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Palma resaltaron que se había ofrecido la atención "necesaria a las familias afectadas" tras el desalojo debido a la amenaza de derrumbe. Así, indicaron que en el inmueble de la calle Joan Mestre 10 se había dado cobertura "a dos núcleos de tres personas y a dos personas solas". Ayer, en Lluís Martí, se asistió a "un adulto y a una familia extensa".