Bombers y Policía Local de Palma desalojaron ayer a doce personas que residían en una finca de la calle Joan Mestre, cerca de la plaza Pere Garau, al detectar peligro de derrumbe porque varias de las vigas están en mal estado. Entre los residentes había varios okupas, pero tambien personas que vivían legalmente en los pisos. Hoy está previsto que los técnicos municipales revisen la estructura para determinar si los inquilinos pueden volver a sus casas y, en caso negativo, qué medidas se deben tomar.

Dotaciones de los Bombers de Palma acudieron a la finca ayer sobre las once de la mañana, a requerimiento de varios de los residentes, que habían notado que algunas de las vigas se encontraban en mal estado.

Los bomberos realizaron una revisión que se prolongó desde las once de la mañana a las cuatro de la tarde. Finalmente llegaron a la conclusión de que existía un riesgo de desplome, por lo que informaron a la Policía Local, que procedió al desalojo preventivo del inmueble.

En la finca residían una docena de personas, repartidas en cuatro viviendas diferentes. Algunos de estos residentes eran okupas, pero también había inquilinos legales. Hoy está previsto que los técnicos municipales realicen un examen más detenido de la finca para confirmar si existe el riesgo de derrumbe.