Un juzgado de Palma condenó ayer a un hombre a dos penas de multa por abusar sexualmente de una joven de 19 años en un domicilio de la ciudad y posteriormente enfrentarse a la Policía a mediados de mayo de 2018.

El sospechoso, español de 36 años, reconoció los hechos ante la magistrada y se ha declarado autor de un delito de abuso sexual y otro de resistencia. Aceptó una multa de 18 meses con una cuota diaria de dos euros y otra multa de seis meses a razón también de dos euros al día.

En concepto de responsabilidad civil, el encausado se conformó con el pago de una indemnización de 500 euros a la víctima por los daños psíquicos y morales ocasionados. Inicialmente, el hombre se enfrentaba a una petición de condena de la fiscalía de dos años y cuatro meses de prisión.

Tras confesar los cargos, la jueza dictó sentencia 'in voce' contra él y le ha impuesto las dos multas por abusos y resistencia.

Los hechos ocurrieron el pasado 12 de mayo de 2018, sobre las tres y media de la tarde, cuando el acusado, que cuenta con condenas por robo con fuerza, se encontraba con un grupo de amigos con los que se trasladó a una vivienda ubicada en la calle Joan de Saridakis, en Palma.

Luego, los cinco miembros del grupo abandonaron el domicilio unos momentos para ir a comprar algunas botellas de alcohol, por lo que el sospechoso se quedó a solas en la casa con una joven de 19 años a la que había conocido ese mismo día.

El hombre aprovechó esta circunstancia y además se prevalió de que la muchacha estaba sentada junto a él en un sofá para, con ánimo libidinoso, colocarla sobre sus piernas y darle besos por la cara, pese a los evidentes gestos y expresiones de la perjudicada de desaprobación, según el fiscal.

La víctima tuvo tiempo de mandar un mensaje telefónico a uno de los jóvenes que se había ausentado con el grupo pidiéndole que volviera rápidamente a casa. Mientras, el encausado insistió y empezó a bajarle los tirantes de la camiseta y del sujetador, a pesar de los intentos de la joven de apartarle, produciéndole el acusado diversos arañazos de escasa entidad en la zona del escote.

Acto seguido, el sospechoso se puso de pie enfrente de ella y le sujetó el cabello mientras la besaba en la cara y el cuello. También de nuevo le bajó los tirantes de la camiseta y del sujetador, aunque la perjudicada intentaba zafarse de él en todo momento. En esos instantes, llegó a la vivienda el joven con el que había contactado la víctima y entonces el hombre cesó en sus maniobras.

La Policía Nacional fue alertada de lo ocurrido y una dotación acudió al lugar tras el aviso del joven que acababa de llegar a casa. El encausado adoptó una actitud hostil hacia los agentes empujándoles y forcejeando con ellos hasta que fue reducido, detenido e introducido en el coche patrulla, según la fiscalía.