Dos hombres aceptaron ayer sendas condenas de un año y medio de prisión por cultivar marihuana en una vivienda de Palma con una conexión fraudulenta a la red eléctrica. Los acusados tenían 48 plantas, que pesaban cuatro kilos, y medio kilo de cogollos. Gastaron más de 6.000 euros en electricidad de manera irregular.

Ambos se declararon ayer autores de un delito contra la salud pública y otro de defraudación de energía eléctrica. Además de las penas de prisión, aceptaron abonar 24.000 euros de multa e indemnizar a Endesa por el suministro eléctrico que no pagaron.