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Tribunales

Un hacker confiesa en el juicio en Palma que estafaba con tarjetas de crédito

El acusado ha reconocido que compró billetes de avión con tarjetas que no eran suyas, pero ha negado que falsificara los documentos

Un hacker confiesa en el juicio en Palma que estafaba con tarjetas de créditoB. Palau

La Audiencia de Palma juzgó este miércoles a un presunto hacker por estafar realizando compras por Internet con tarjetas de crédito que no eras suyas y por falsificar estos documentos entre 2013 y 2014.

El hombre, de 36 años y de origen nigeriano, admitió ante el tribunal de la sección primera que adquirió billetes de avión utilizando los datos y las numeraciones de unas tarjetas bancarias de entidades extranjeras de las que no era titular ni estaba autorizado.

El sospechoso, que sufrió una indisposición antes de comenzar la vista oral, lo que obligó a retrasar el juicio dos horas, hasta ser reconocido por un médico forense, confesó que estafó a la compañía aérea Air Berlin unos 800 euros al efectuar reservas y compras online de vuelos entre Bilbao yPalma en los que él iba como pasajero.

Así, utilizó de forma fraudulenta los datos de tarjetas de bancos extranjeros los días 17 de octubre de 2013, 4 de enero de 2014 y 11 de marzo de 2014. Por ello, el encausado ya ha consignado 600 euros en concepto de responsabilidad civil y ha aceptado pagar el resto de indemnización en un plazo de tres meses.

En cambio, el hombre negó de forma tajante haber falsificado tarjetas de crédito y recalcó que la maleta que le intervinieron cuando fue detenido por la Guardia Civil en el aeropuerto palmesano de Son Sant Joan el 11 de marzo de 2014 con software, una antena wifi y otros utensilios para llevar a cabo los fraudes por Internet no era suya.

Según su versión, el equipaje y todos los efectos incautados pertenecían a su compañero de piso, que no le pagaba el alquiler del domicilio y, por ello, él se los quedó como depósito. "Yo no sé cómo funciona todo eso. Mi compañero de piso me entregó la maleta como depósito. Una vez me pagara el alquiler, yo se la devolvería", insistió ante la sala.

Los agentes también le intervinieron una tarjeta de crédito a su nombre que había sido falsificada y manipulada mediante la colocación de láminas adhesivas previa modificación de diversos datos y de la banda magnética. El hombre alegó que fue su compañero de piso quien la falsificó. "Él hizo todas las falsificaciones. Yo esa tarjeta no la había visto y no la utilizaba", aclaró.

"Después de mi detención en el aeropuerto, cuando volví, este chico ya no estaba en casa. Él lo supo que me habían arrestado y se marchó del piso. No lo pude encontrar en Mallorca", explicó.

El acusado ha manifestado que los 1.100 euros que le encontraron procedían de su trabajo cargando contenedores.

El fiscal solicita inicialmente para él una condena de siete años de prisión por un delito de estafa y otro de falsificación de tarjetas de crédito.

Los guardias civiles recordaron que localizaron al sospechoso en la terminal y, tras identificarlo, procedieron a su detención. Los agentes le ocuparon una maleta con un ordenador portátil, dos teléfonos móviles, un USB, diferentes documentos manuscritos con numeraciones de tarjetas de crédito con sus códigos y una antena wifi de largo alcance.

En el USB había pistas correspondientes a dos tarjetas relacionadas con operaciones fraudulentas, así como un software y herramientas especializadas para la localización y conexión a redes wifi. Mientras, en el ordenador incautado también había información sobre cómo operar con tarjetas de forma fraudulenta y una explicación detallada de cómo usar un lector grabador de tarjetas.

Uno de los guardias civiles que compareció este miércoles como testigo explicó al tribunal cómo funcionan los hackers desde Vietnam y Estados Unidos y cómo venden datos de las tarjetas de crédito a través de Internet.

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