Una mujer aceptó ayer un año de prisión por estafar 8.500 euros a un hombre con la venta de una finca en Sant Llorenç. La acusada reconoció que en enero de 2011 suscribió un contrato de compraventa del terreno y recibió un primer pago de 1.000 euros del perjudicado, que luego le entregó otros 7.500. La mujer no formalizó la venta de la parcela y se descubrió que no estaba a su nombre. La procesada se comprometió a abonar a la víctima 11.000 euros y la pena de prisión quedó suspendida.