Funcionarios del centro penitenciario de Menorca han denunciado una agresión por parte de un interno, que propinó puñetazos a dos trabajadores y le rompió el labio a uno de ellos. La asociación de trabajadores penitenciarios "Tu abandono me puede matar" se queja de la precaria situación laboral que sufren, con la carencia de medios materiales y el hecho de que no sean reconocidos como agentes de la autoridad, lo que provoca que estas acciones no tengan una respuesta judicial adecuada.

Según informan desde la asociación, el incidente ocurrió ayer en el centro penitenciario de Menorca. Uno de los funcionarios del módulo 2 se percató de que uno de los presos presentaba síntomas de haber consumido drogas, por lo que solicitó la ayuda de oro trabajador para realizarle un cacheo previo a su traslado a enfermería para que recibiera asistencia médica.

De improviso el preso respondió de forma violenta, profiriendo insultos y amenazas contra los funcionarios, a los que escupió y golpeó con los puños. Uno de los trabajadores recibió varios puñetazos que le partieron el labio y le causaron magulladuras en la cara. Tras recibir una primera asistencia por parte del médico del centro, fue trasladado a un hospital.

Desde la asociación de trabajadores penitenciarios "Tu abandono me puede matar" denuncian la precaria situación laboral a la que están sometidos desde hace años. "La alarmante falta de personal, unida a la falta de medios y de formación están llevando a las prisiónes de toda España a una situación de abosluto abandono en la que los funcionarios nos sentimos totalmente desprotegidos por la administración", dicen en un comunicado.

La asociación denuncia que los funcionarios se enfrentan a diario a situaciones de grave peligro "sin contar con las medios más básicos para llevar a cabo nuestra labor, añadiéndole a ello la incomprensible falta de reconocimiento como agentes de la autoridad, que trae como consecuencia que estos hechos no tengan la respuesta judicial necesaria así como la sensación de impunidad por parte de los internos, que ven como agredir a un funcionario no les acarrea ningún tipo de consecuencia legal".