Un pintor aceptó ayer una condena de dos de prisión por robar un ordenador portátil en la casa de Palma donde había estado trabajando. El acusado no entrará en la cárcel tras decretar la suspensión de la condena. No obstante tendrá que indemnizar al afectado con la suma de 2.800 euros, que podrá pagar en ocho meses.

Los hechos tuvieron lugar el 22 de mayo de 2017. El procesado había estado pintando en una casa de la calle Joan March de Palma. El ahora condenado aprovechó que le habían dejado las llaves para hacer una copia. A continuación volvió al inmueble y sustrajo un ordenador portátil y un teléfono móvil.