Un juzgado de Palma condenó ayer a un delincuente reincidente, con numerosos antecedentes, a tres años y medio de prisión por desvalijar domicilios de la ciudad tras romper la puerta de entrada de una patada en 2018.

El acusado, que lleva varios meses en prisión y ha cumplido diez años entre rejas por otros robos, se apoderó de dos cajas fuertes, más de 3.700 euros, un televisor, cuatro ordenadores y cuatro teléfonos en sus últimos golpes. Está considerado en círculos policiales como un "ladrón profesional". Ayer por la mañana, el sospechoso, español de 36 años, reconoció los hechos ante la sala. Se conformó con una pena de tres años y seis meses de prisión.

Tras el pacto alcanzado entre la fiscal y el abogado defensor, la magistrada dictó sentencia 'in voce' contra él y le impuso tres años y medio de cárcel por un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada. En concepto de responsabilidad civil, el encausado tendrá que indemnizar a una víctima con 229 euros por los desperfectos ocasionados en su casa y con 380 euros por el botín sustraído. El resto de perjudicados ya han sido resarcidos por las compañías aseguradoras.

La jueza apreció la circunstancia agravante de reincidencia, ya que el hombre cuenta con muchas condenas por robos en 2013, 2014 y 2015, y la atenuante de toxifrenia debido a que en el momento de los hechos sufría una adicción a las drogas.

En un principio, el ladrón se enfrentaba a una petición de condena de la fiscalía de cinco años de cárcel, pero ayer el ministerio público rebajó su solicitud.

El primer robo que perpetró se produjo el 17 de abril de 2018, sobre las cinco y cuarto de la tarde, cuando el acusado violentó la puerta de acceso a una vivienda del barrio del Camp Redó de un fuerte golpe. Así, se introdujo en el domicilio, pero fue sorprendido por el morador, lo que provocó que huyera a toda prisa sin obtener ningún botín. Causó desperfectos por valor de 385 euros.

Meses después, entre el 6 y el 12 de septiembre de 2018, volvió a propinar un fuerte golpe a la puerta de un piso situado en la calle Lluís Martí para poder entrar en él. Robó un televisor, un edredón, una caja fuerte y 50 euros en efectivo. En esta ocasión, los daños causados en la puerta ascendieron a 229 euros y los efectos robados fueron tasados en 330 euros. Por último, el 14 de septiembre de 2018 al mediodía, el sospechoso violentó de una patada la puerta de un domicilio en la calle Nicolau de Pacs, en Palma. Tras acceder a la vivienda, se apoderó de dos carteras con tarjetas, un monedero, una caja de caudales, cuatro ordenadores portátiles, cuatro teléfonos móviles, cinco cargadores, ropa y 3.700 euros.