Un acusado negó ayer en el juicio en la Audiencia de Palma haber violado diez veces a su hijastra de 12 años en el domicilio familiar en la zona de es Raiguer entre 2011 y 2013.

La víctima, que ya es mayor de edad, confirmó ante el tribunal que el hombre abusó de ella en una decena de ocasiones. Según su versión, primero la sometió a tocamientos íntimos por encima del bikini en una playa en el norte de la isla a la que ambos acudieron a pescar en el verano de 2011. "Tenía 12 años, no entendía lo que pasaba, era una niña", aseguró ante la sala.

Semanas después, "él intentó tocarme otra vez en mi habitación, pero no le dejé, lo rechacé y él se fue, estaba un poco asustada", manifestó la joven. Luego, en otra ocasión, según indicó, él entró en su dormitorio, cerró la puerta con llave y le introdujo los dedos en sus genitales. "Él siempre cerraba la puerta con llave y seguía con los tocamientos. Siempre hacía lo mismo. Yo no lo rechazaba por miedo, me autolesionaba. Él era como Dios en casa. Todo pasaba cuando mi madre se dormía, él entraba siempre por la noche en mi habitación con la excusa de darme un masaje, yo no le pedía que me diera masajes", detalló la perjudicada.

"Esto pasó diez o doce veces. Mi hermano y yo queríamos irnos de casa. Otra vez, él me chupó e intentó penetrarme. También me decía si quería tener relaciones con él", agregó la joven, quien también reconoció que anteriormente estuvo en tratamiento psicológico porque tenía alucinaciones, "creo que yo quería llamar la atención, no estaba bien psicológicamente".

La fiscalía solicita para el padrastro acusado una pena de nueve años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales. Mientras, la abogada defensora reclama la libre absolución de su representado.

El hombre negó en rotundo los cargos. "No es cierto, no es verdad que la tocara ni que cerrara con llave la puerta de su habitación para abusar de ella. Jamás he abusado de ella, ni he tenido sexo oral ni la intenté penetrar", recalcó el sospechoso.

El acusado reconoció que en ocasiones le daba masajes porque ella se lo pedía antes. "Ella entrenaba mucho y me lo pedía, también daba masajes a toda la familia", aclaró. "Jamás cerré la puerta con llave de su habitación para darle un masaje", subrayó

El hombre trató de desacreditar a la entonces menor. "Ella se inventaba muchas cosas, las mentiras eran constantes", explicó. Según su versión, en su casa los dos hijos de su pareja tenían que cumplir unas normas y unos horarios.

El acusado también detalló que, meses antes de la denuncia, la niña copiaba todos los gestos de la película Lolita con él. "La niña representaba los gestos de la película", argumentó el sospechoso. Por su parte, la víctima negó haber visto este filme.

La madre de la joven, que sigue siendo la pareja del encausado, describió a su hija como "discutidora y conflictiva en casa". Según indicó, "ella me mentía, yo lo detectaba y ella se enojaba". La mujer destacó que su hija quería marcharse de casa: "Su padre es más permisivo que nosotros. En casa había que cumplir unas normas y unos horarios. Yo la conozco, no es verdad lo que dice, mi hija dice mentiras, ella quería irse de casa".