El pirómano ha vuelto a actuar ayer de madrugada. En esta ocasión han sido cuatro los contenedores a los que ha prendido fuego. Además, las llamas afectaron a la fachada de un chalé situado a escasos metros.

El incendio se inició sobre la una de la madrugada en el número 22 de la calle Son Armadans de Palma. El incendiario prendió fuego a los cuatro contenedores de Emaya que se encontraban situados en ese lugar. Una dotación de de Bombers de Palma acudieron hasta el lugar del siniestro, en lo que este año se ha convertido casi en una tarea rutinaria, y se encargaron de sofocar las llamas. No había la menor duda de que el siniestro había sido intencionado.

También se desplazaron con celeridad agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local. De hecho, hay activado un dispositivo especial para tratar de atrapar al escurridizo pirómano. Aunque tampoco esta vez tuvieron éxito. Como en las ocasiones anteriores, el presunto causante del fuego ya había desaparecido.

La quema de contenedores del pirómano está causando verdaderos estragos a las arcas municipales. Hasta el momento el incendiario ha prendido fuego a unos 300 depósitos de residuos en Palma, en la Playa de Palma y en alguna ocasión se ha extendido hasta s'Arenal de Llucmajor. Lo que supone un coste de 300.000 euros.

El incendiario casi siempre se ha decantado por actuar de madrugada. No obstante, en algunas ocasiones no ha tenido reparos por prender fuego a los contenedores a plena luz del día. Así ha ocurrido en la Playa de Palma, cuyas calles están desiertas en temporada baja.