Un juzgado de Palma ha condenado a un mes y quince días de prisión a Javier García Roche, campeón de España de boxeo y conocido como el 'Rey Chatarrero' un personaje televisivo que se hizo famoso a nivel nacional por varios reportajes y por el programa 'A cara de perro' del canal Cuatro en el que lucha contra el maltrato animal, por incitar a través de Internet a atacar policías locales de Palma.

García Roche, que se hizo popular en televisión por el local de boxeo que tiene en la provincia de Barcelona, llamado 'Chatarras Palace', donde entrena a jóvenes que viven en ambientes marginales y les inculca la disciplina del deporte, divulgó un mensaje ofensivo en Facebook contra la Policía Local de Palma tras ver una noticia que apareció publicada en la web de DIARIO de MALLORCA el pasado 19 de mayo de 2015 en la que había un vídeo que dio pie a una condena de varios agentes por torturas a un detenido en el cuartel de Sant Ferran.

El boxeador utilizó el perfil de usuario 'Chatarras Palace' en Facebook, que cuenta con un gran número de seguidores en Internet y del que el acusado era administrador, para comentar una noticia de diariodemallorca.es sobre las torturas a un joven arrestado en las dependencias de la Policía Local de Palma.

El hombre, de 36 años, "con ánimo que no podía ser otro el de alentar a la comisión de delitos de acometimiento contra la vida o la integridad física de cualesquiera miembros policiales del referido cuerpo", según la sentencia, dejó este post en la red social: "Mensaje para todos los que han sufrido o sufrirán abusos policiales, solo tenéis que montar guardia en comisaría donde sucedió el abuso, informarse por los gimnasios o gente que tenga amigos policías, o lo que hago yo contratar un buen detective y ubicar a la rata... ubicarle al llegar a casa y sacarle las tripas... ojo por ojo, diente por diente..."

1.184 "me gusta"

Según se desprende de los hechos probados de la sentencia, que aún no es firme, a las tres horas de la publicación de este mensaje en Facebook ya contaba con 1.184 "me gusta" y 110 "comentarios" en la red social, lo que revela que tuvo una gran repercusión. Luego, el post fue retirado.

El magistrado que juzgó el caso en Palma ha impuesto la pena mínima al televisivo boxeador, un mes y quince días de cárcel, como autor responsable de un delito consumado de provocación para la comisión del delito de atentado a agentes de la autoridad.

El juez ha apreciado la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas que planteó la defensa y también ha tenido en cuenta el arrepentimiento del acusado, quien pidió disculpas tanto durante la instrucción como en el juicio y también retiró el texto ofensivo al cabo de poco tiempo. Por ello, el magistrado ha rebajado en dos grados la pena.

La sentencia también acuerda la sustitución de la condena de prisión por una multa de 1.080 euros (tres meses de multa con una cuota diaria de doce euros). El juez fija la cuantía de la multa indicando que, si bien no consta investigación sobre la capacidad económica del boxeador, "todo da a entender que es desahogada".

Se trata de una sentencia pionera en Balears y en buena parte de España, ya que no hay jurisprudencia sobre el delito de provocación para la comisión de delitos de atentado. El tipo delictivo señala que "la provocación existe cuando directamente se incita por medio de la imprenta, la radiodifusión o cualquier otro medio de eficacia semejante, que facilite la publicidad, o ante una concurrencia de personas, a la perpetración de un delito". En este caso el post se difundió en una red social. "Una vez publicado el texto y difundido, la provocación queda consumada", concluye el juez.

La defensa alegó que el comentario fue una broma que estaría amparada por la libertad de expresión, cosa que rechaza de plano el magistrado. También añadió que el acusado no fue el autor del post porque el perfil de usuario de Facebook tenía varios administradores.

El juez destaca que el acusado dijo la verdad en su primera declaración en fase de instrucción en el juzgado de Granollers, donde reconoció haber escrito el mensaje, y no en el juicio cuando lo negó. Aquella declaración "fue clara, coherente y contundente, ofreciendo detalles que solo siendo el autor del texto podía dar". Entonces, reconoció que se dejó llevar por la rabia, que se enfadó al ver el vídeo de los policías agrediendo a un detenido.