Sollozos, silencio y aplausos. Compañeros de trabajo de Sacramento Roca se han concentrado esta mañana en Conforama para rendir homenaje a la mujer asesinada la tarde del viernes a cuchilladas por su expareja mientras ella estaba trabajando de cajera en la tienda de muebles.

A lo largo de la mañana, los trabajadores han ido llegando cariacontecidos a las instalaciones del establecimiento. Un cartel advertía a los visitantes de que "la tienda permanecerá hoy sábado cerrada por motivos excepcionales". No obstante, algunos clientes despistados se disponían a entrar en el aparcamiento sin saber la tragedia que había ocurrido la tarde del viernes. Al enterarse del crimen, abandonaban el lugar horrorizados.

A las doce de la mañana, los compañeros de Sacri, como era conocida cariñosamente, han guardado un respetuoso minuto de silencio. Una vez que se ha cumplido el tiempo establecido, los trabajadores han prorrumpido en aplausos en su recuerdo.

Algunas compañeras han ido abandonando las instalaciones enjugándose las lágrimas con pañuelos, sin acertar a entender cómo alguien pudo cometer semejante crimen ante sus ojos. Otros han salido en sus coches. Una cadena impedía el acceso el aparcamiento a los visitantes.

"Era una mujer muy activa y muy alegre. Se apuntaba a muchas excursiones con los compañeros", ha resaltado una compañera de Sacri. Respecto a su expareja, Rafael Pantoja, era algo conocido que iba tras ella, pero nadie sospechaba que podía llegar hasta ese punto. "Hace un par de días él le había visitado en la tienda. Venía acosándola, ha subrayado.

También se ha personado en la tienda de muebles una vecina de Sacramento del barrio del Vivero. "Él la amenazaba y la acosaba. Era muy chulo y no saludaba a nadie. La acosaba psicológicamente", ha sentenciado.