La Policía Nacional ha detenido en Barcelona y Badalona a tres estafadores chinos que causaron grandes estragos en salones de juego durante su breve estancia en Mallorca. Con un billete de cinco euros, partido por la mitad, con una pequeña separación de tres milímetros lograban engañar a la máquina de apuestas y que les devolviera 50 euros o realizar una apuesta por ese importe. Además de en Balears, las numerosas fechorías las perpetraron también en establecimientos de Cataluña y de Canarias.

Tal y como adelantó DIARIO de MALLORCA el pasado mes de septiembre, las fechorías de este grupo organizado se dejaron sentir en salones de juego de Alcúdia y Can Picafort. Durante su paso por la isla, se alojaban en hoteles de lujo y, tras saquear las máquinas de apuestas, desaparecían sin apenas dejar rastro. Las primeras estimaciones apuntaban a que el fraude podría alcanzar el medio millón de euros. Finalmente, el montante fraude se han concretado en unos 40.000 euros.

Las pesquisas policiales se remontan al pasado mes de julio, tras averiguar que unos desconocidos se habían dedicado a 'engañar' a las máquinas tragaperras de diversos salones de juego. Una vez realizadas las pesquisas, los agentes encontraron a tres sujetos de nacionalidad china que habían actuado en bingos de Cataluña. En algunos casos llegaron a introducir hasta un centenar billetes trucados de cinco euros, con los que obtenían una devolución de 50 euros por cada uno.

Una vez que identificaron a los autores, los investigadores de la Policía Nacional establecieron un dispositivo especial en torno a los sospechosos y comprobaron en el lugar cómo era su 'modus operandi'. Los sujetos realizaban estudios sobre determinadas máquinas hasta encontrar su punto débil. Hace unos días fueron detenidos dos de ellos en Badalona y un tercero en Barcelona.

La colaboración de muchos empresarios ha sido definitiva para resolver el caso. La difusión de la debilidad que presentaban muchas de estas máquinas se extendió por el sector y las bloquearon o las cambiaron para detener el fraude.