El detenido por matar ayer a cuchilladas a su expareja tras presentarse en su puesto de trabajo en el centro comercial Conforama de la calle Aragón de Palma, Rafael Pantoja, de 45 años, es un vigilante de seguridad muy conocido en los juzgados de la ciudad.

El hombre ha trabajado en muchas de las dependencias judiciales de Palma. Rafael Pantoja ejerció labores de seguridad en el edificio de sa Gerreria, Fiscalía, en los juzgados de lo contencioso administrativo y en Vía Alemania. En esta última sede, fue uno de los encargados de controlar el escáner durante la primera comparecencia judicial de Iñaki Urdangarin en el caso Noós.

Luego, cambió de empresa y uno de sus últimos destinos fue la sede de la delegación de Defensa, en la zona de Porta des Camp, al final de las Avenidas, donde también trabajó como vigilante de seguridad.

Sus allegados han indicado que recientemente se había mostrado decepcionado después de que la víctima decidiera romper la relación hace unos pocos días. Parece ser que, al no aceptar la ruptura sentimental, la tarde del viernes irrumpió en la tienda en la que ella trabajaba armado con un cuchillo y acabó con la vida de la mujer, ante la mirada horrorizada, que trataron de interponerse en su camino y también fueron amenazados con el arma blanca.

El arrestado, que es padre de dos hijas, es un hombre alto de complexión fuerte. Rafael Pantoja es muy aficionado a las pesas y al culturismo. Personas que frecuentan los gimnasios de la ciudad también le conocen.