Magaluf vivió ayer una madrugada de violencia extrema. Algo muy significativo en este núcleo turístico donde el desenfreno toma carta de naturaleza. Como consecuencia de estas agresiones, dos jóvenes resultaron con graves cortes en la cara, uno de ellos producido supuestamente con una botella rota de cristal.

El primero de estos sangrientos incidentes tuvo lugar sobre las cinco y media de la madrugada en el auténtico epicentro de Magaluf: en la calle Punta Ballena. Un grupo de jóvenes protagonizó un violento enfrentamiento cuando todos ellos se encontraba frente al pub The Office.

En un momento dado, varios jóvenes, supuestamente de nacionalidad británica, esgrimieron botellas de cristal rotas contra los otros contendientes. De repente, uno de ellos acometió contra la víctima, un joven del Reino Unido de 25 años. El ataque le causó un profundo corte en el rostro del que comenzó a manar abundante sangre.

Los agresores abandonaron rápidamente el lugar y la víctima quedó en la calle. Los testigos avisaron a los servicios de emergencia para que acudieran rápidamente y atendieran al herido.

A continuación, las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron en una UVI móvil hasta la calle Punta Ballena para atender a la víctima. Los facultativos atendieron a la víctima del profundo corte que presentaba en la cara, causado al parecer con una botella rota.

Ante la gravedad de la lesión que presentaba el herido, el personal sanitario decidió trasladar al joven británico, de 25 años, hasta el hospital Son Espases para que le suturaran la herida.

A las seis y veinte se dio una situación muy similar también en Magaluf. En este caso el comportamiento del herido fue completamente imprevisible. Una ambulancia del Ib-salut acudió hasta el número cinco de la avenida de s'Olivera para atender a otro joven que también presentaba un profundo corte en el rostro.

La víctima dio una confusa versión del origen de la herida que presentaba en la cara. Por un lado apuntó a que se la habían causado de una cuchillada y, por otro, indicó que se lo había causado durante una supuesta caída. En cualquier caso, el personal sanitario se dedicó a curarle el corte que tenía en el rostro.

Indignación

Para sorpresa del personal sanitario, el sujeto decidió de repente apearse de la ambulancia y se opuso tajantemente a que le trasladaran hacia un hospital. Ante su actitud vehemente, los facultativos solo consiguieron arrancarle que firmara su negativa expresa a ser atendido.

Esta violenta agresión sorprendió ayer sobremanera a algunos comerciantes que tienen sus establecimientos situados ante el número cinco de la avenida de s'Olivera de Magaluf. Al haber ocurrido este incidente de madrugada, no tenían constancia de este hecho.

Una de las comerciantes no ocultó su indignación ante la violencia cotidiana que se padece en las calles de Magaluf. "Estas cosas solo les pasa a ellos (en alusión a los turistas británicos) porque vienen borrachos y drogados. A los de otros países no les ocurre" sentenció.