A Miquel Bauzà le pusieron una multa en septiembre del año pasado. Pese a que no estaba del todo de acuerdo, la aceptó y decidió acogerse a la posibilidad que da el Ayuntamiento de Palma de condonarla por un curso de educación vial en aquellos casos en los que la infracción no es grave. Enseguida lo solicitó, pero se lo denegaron porque había tenido dos multas durante el último año. No había sido él, sino su hijo, por lo que lo demostró entregando en el registro de Cort los comprobantes de que habían sido pagadas y la póliza del seguro que incluía a su vástago como segundo conductor. Lo hizo dos días después de su infracción para solucionar el problema lo antes posible. No se podía imaginar que tardaría casi un año, hasta esta semana, en conseguir la autorización para hacer el cursillo y que tendría que hacer hasta una veintena de gestiones, tanto en persona como telefónicas y con escritos oficiales, para superar los numerosos obstáculos encontrados en la administración.

“Ha sido rocambolesco, surrealista, por la ineptitud de algunos que responden los escritos sin habérselos leído antes o que archivan expedientes en blanco”, según denuncia Bauzà. Lamenta que el ‘vuelva usted mañana’ solo es apto para personas “que tienen tiempo libre y con ganas de defender lo que creen justo”. Gracias a su perseverancia, se ha ahorrado 200 euros de multa, aunque “la mayoría de la gente no tiene tanto tiempo, desiste de reclamar y acaba pagando la sanción con tal de no desesperarse”, concluye.

Sed en el Torrent de Pareis

Una veintena de excursionistas desesperados ante la falta de agua se encontraron la tarde del martes en el Torrent de Pareis. De un lado se hallaban 15 jóvenes españoles, con edades comprendidas entre los 20 y 21 años, del otro una familia extranjera al completo -el padre, y la madre y los tres niños. Todos estaban exhaustos y sin poder continuar debido a la acuciante sed y a que presentaban los primeros síntomas de deshidratación. Ni los unos ni los otros habían hecho acopio de agua suficiente antes de adentrarse en este abrupto terreno rocoso con elevadísimas temperaturas. Cuando el calor era absolutamente insoportable, sobre las 16.50 horas, llamaron a los servicios de emergencia. Efectivos del Grupo de Montaña de Bombers de Mallorca, procedentes de los parques de Inca y Sóller, se enfrentaron a un laborioso rescate. No precisamente por las complicaciones del terreno, al que los bomberos están sobradamente acostumbrados y entrenados para afrontarlo. El mayor problema que planteaba el salvamento era que los bomberos tenían que portar consigo una cantidad ingente de agua para paliar la sed extrema de la veintena de excursionistas atrapados en la zona montañosa. Cuando los bomberos llegaron al lugar donde se hallaban las víctimas, estas no perdieron ni un minuto. Bebieron con avidez hasta la última gota de agua que les habían portado hasta el lugar donde se encontraban. Una vez restablecidos, los excursionistas fueron acompañados por los bomberos y llegaron sanos y salvos al final.

Cumpleaños en la Audiencia

Vicki Serra, la agente de la Policía Nacional que presta servicio de guardia en la Audiencia Provincial de Palma se topó con una fiesta de cumpleaños sorpresa el martes al abrir la puerta de la oficina del gabinete de prensa. Vicki, hizo gala de nuevo de su desbordante simpatía y sopló sin dilación las velas de una tarta para celebrar su 34 aniversario. La inevitable petición de un deseo, como es tradicional si pretende que se cumpla, se lo guardó para sí.

Reunión de hermanas

Precisamente, antes de la pequeña celebración de cumpleaños, Vicki se había encontrado en la mañana del martes con su hermana María Serra en la Audiencia de Palma por motivos profesionales y por caprichos del destino. Mientras Vicki, policía nacional, se encargaba de la vigilancia de los accesos a las dependencias judiciales, su hermana María, guardia civil y actualmente en la Oficina Periférica de Comunicación, había sido citada para comparecer en un juicio como testigo de un presunto caso de abusos sexuales de un padre a su hija menor de edad en un domicilio del Port de Pollença. María, en esos momentos en el Equipo de Mujer y Menor (Emume) del Instituto Armado, se entrevistó con la pequeña después de que su madre interpusiera una denuncia contra el progenitor por los supuestos tocamientos.

Letreros en la chatarrería

Un ciudadano que acudió hace pocos días a una chatarrería de Palma no pudo evitar fijarse en un montón de letreros metálicos que tenían amontonados, y que presuntamente les habían vendido como chatarra. A groso modo contó una docena de carteles, que originariamente señalaban la ubicación de una gasolinera, el petit hotel Bennoc, las bodegas Bordoy y un restaurante. La pregunta que surge en el momento es: ¿Todas estas señales proceden de desechos? ¿O más bien hay un grupo de espabilados que se dedican a arrancar las señales que encuentran para venderlas al peso?

Falsos sordomudos

La Policía Local de Palma alerta en su cuenta de Twitter sobre una banda de falsos sordomudos que pululan por las calles del centro de la ciudad pidiendo donativos para supuestas asociaciones de ayuda o iniciativas benéficas. Desde la Policía insisten: mucho ojo, porque se trata de una estafa que puede acabar incluso con la sustracción dela cartera. Si les ven, no duden en alertar al 092.