Un juzgado de Palma ha condenado este lunes a sendas penas de dos años de prisión a dos conocidos atracadores que perpetraron un asalto a mano armada en un supermercado del centro de la ciudad a mediados de marzo de 2018.

Mientras uno de los sospechosos esperaba en actitud vigilante dentro de un coche para preparar la huida, su compinche, encapuchado, con el rostro tapado con una braga de montaña y esgrimiendo una pistola simulada, asaltó el establecimiento y se apoderó de la recaudación: cerca de 500 euros.

Es el mismo ´modus operandi´ que utilizaron para cometer una oleada de atracos en farmacias de la ciudad y en Llucmajor a principios de 2018. Por estos hechos han sido condenados recientemente, a finales de junio, a sendas penas de siete años de cárcel. No solo asestaban golpes en supermercados y farmacias. También actuaban en salones recreativos y gasolineras. Su actividad fue frenética a primeros de año hasta que el Grupo Atracos de la Policía Nacional les paró los pies. Ahora, empiezan a acumular sentencias con penas de prisión por todos estos hechos. Ambos sospechosos se encuentran encarcelados.

Hoy al mediodía, los dos acusados, de 42 y 24 años, han reconocido los hechos y han aceptado sendas condenas de dos años de prisión por un delito de robo con intimidación. Una tercera implicada, una joven de 29 años, se ha conformado con un año de cárcel por receptación por haberse beneficiado del dinero que los dos atracadores obtuvieron de forma ilícita. Esta última pena se le ha suspendido por un periodo de dos años.

Las defensas han alcanzado un acuerdo con la fiscalía y el abogado de la acusación particular Luis Moyà. Tras declararse culpables los tres encausados, la magistrada ha dictado sentencia ´in voce´ contra ellos. A los dos principales sospechosos, les ha apreciado la circunstancia agravante de disfraz y las atenuantes de confesión como muy cualificada y de reparación del daño, ya que ya han abonado los cerca de 500 euros que se llevaron de botín. En concepto de responsabilidad civil, la indemnización asciende a 492 euros, que ya han sido consignados. El fallo es firme debido a que las partes han informado de que no van a recurrir.

Los hechos ocurrieron el pasado 17 de marzo de 2018, sobre las nueve y diez minutos de la noche, cuando los asaltantes se trasladaron a bordo de un Seat Ibiza a un supermercado situado en las inmediaciones del Passeig del Born, en pleno centro de Palma, que en ese momento se hallaba abierto, aunque con la reja bajada y con las empleadas finalizando su jornada laboral.

Mientras un acusado esperaba dentro del vehículo haciendo funciones de vigilancia y para facilitar la fuga, el otro, encapuchado y con una braga que tapaba su cara, esgrimió una pistola de airsoft y conminó a dos trabajadoras a que le entregaran toda la recaudación.

Las perjudicadas, ante el temor generado por el arma, accedieron a entregarle el dinero. Así, consiguió un botín de 492 euros y, acto seguido, emprendió la huida en el automóvil que le estaba esperando.

Los dos atracadores de manera espontánea en la jefatura de Policía y ante la autoridad judicial reconocieron su participación en los hechos. La tercera encausada se benefició de una pequeña parte del dinero robado a sabiendas de su ilícita procedencia.