Una mujer fue juzgada ayer por utilizar a dos niños de uno y nueve años, sobrinos suyos, para mendigar a las puertas de una iglesia de Palma. La fiscalía reclama para ella nueve meses de prisión y la defensa, la absolución. La acusada negó ayer los cargos y sostuvo que no estaba pidiendo dinero. Dos agentes de la Policía Local la contradijeron afirmaron que cuando los vio, llegar escondió las monedas y luego acabó admitiendo que estaba mendigando.

Los hechos ocurrieron el pasado 1 de noviembre, día de Todos los Santos, a las puertas de la parroquia de Santa Catalina Thomàs, en la plaza de Santa Pagesa. La acusada explicó que se había quedado a cargo de sus dos sobrinos, una niña de un año y medio y un niño de nueve. Ese día, junto a los pequeños, acompañó al templo a una mujer mayor a la que cuidaba, según su versión. La mujer afirmó que ni ella ni los menores pidieron dinero y alegó que el vaso en el que según la acusación recogía las monedas era para que bebiera la menor.

Los dos policías que acudieron al lugar, por su parte, indicaron que la central del 092 recibió dos avisos de ciudadanos denunciando la utilización de los pequeños para mendigar. "Nos dijeron que llevaba allí. Cuando llegaron al lugar, explicaron los dos, la acusada guardó el vaso. Inicialmente negó haber practicado la mendicidad, pero acabó confesando. "Nos dijo que era la primera vez y que no iba a volver a hacerlo", contó uno de los agentes.

Al concluir la vista, la fiscalía mantuvo su petición de nueve meses de cárcel por un delito de utilización de los menores para la mendicidad. La defensa reclamó la absolución al entender que no hay pruebas de que usara a los pequeños para pedir dinero.