El magistrado de guardia de Palma ordenó ayer al mediodía el ingreso en prisión de un padre y su hijo detenidos el pasado martes por agredir y causar heridas a un policía que acudió a su domicilio en sa Indioteria para entregar una notificación judicial. Los dos familiares acabaron atrincherándose en casa, lo que obligó a activar un gran despliegue policial en el que incluso se movilizó un helicóptero.

Los dos sospechosos negaron ante el juez haber golpeado al agente de la unidad adscrita a los juzgados de Vía Alemania y alegaron que no sabían que se trataba de un policía porque iba de paisano. Según su versión, se enteraron más tarde cuando se identificó como agente judicial. Los dos arrestados recalcaron que únicamente le echaron de casa tras discutir con él y después de que el progenitor se negara a firmar la notificación judicial. Ambos admitieron que se produjo un forcejeo con el funcionario y que le empujaron para expulsarlo de la vivienda.

Varilla metálica

El padre también reconoció que le pegó con una varilla metálica delgada, no con una barra de hierro, para que saliera de su domicilio. Según su versión, las lesiones que presenta el perjudicado en la cabeza, en un brazo, la espalda y un hombro, por las que sigue ingresado en una clínica de la ciudad, se las hizo al caer al suelo de forma accidental. Según detalló el progenitor detenido, de unos 60 años, el agente se golpeó en la cabeza al agacharse para pasar por debajo de una cadena. Al rozarse con la cadena, se cortó en esa zona. Luego, cayó al suelo hacia atrás, lo que le produjo el resto de heridas, según el encausado, quien recalcó que él no quería firmar nada, ningún documento porque en ocasiones anteriores le habían engañado.

El hombre también descartó que quisiera robar el reloj al policía judicial. Según declaró ante el juez, la víctima perdió el reloj durante el forcejeo y se le cayó en el jardín de casa. Al verlo en el suelo, lo cogió y lo metió dentro del domicilio, pero no con ánimo de apoderarse de él.

Por su parte, su hijo, de unos 35 años, relató que cogió al agente por detrás para intentar que saliera de casa. Según recordó, intervino para mediar y apaciguar los ánimos al escuchar los gritos de su padre. Según indicó, su progenitor estaba muy nervioso. El joven destacó ante el juez que no agredió al policía, ni le amenazó ni insultó. Solo le empujó para que saliera de la vivienda y, al agarrarle, se cortó en la mano con el reloj de la víctima, según su versión.

Este sospechoso manifestó que luego se encerraron en casa cuando vieron el gran despliegue policial. "Cualquiera sale", añadió. Según aseguró, se asustaron al ver el helicóptero y un montón de policías con porras. Al final, la Policía Nacional consiguió reducir y detener a los dos familiares, tras intentar negociar con ambos, cosa que resultó prácticamente imposible.

El perjudicado fue agredido el pasado martes cuando ya se marchaba del domicilio tras intentar entregar una notificación judicial. Acabó hospitalizado.

Tras la declaración judicial de los dos sospechosos, el fiscal pidió al magistrado de guardia que ambos fueran encarcelados por homicidio en grado de tentativa, lesiones graves, atentado a la autoridad y robo con violencia. Los abogados defensores solicitaron su puesta en libertad. Finalmente, el juez decretó el ingreso en prisión para padre e hijo. Los dos familiares fueron conducidos por agentes de la Policía Nacional al centro penitenciario de Palma ayer a las dos del mediodía.