Mauricio E.B., el joven colombiano de 25 años con varios antecedentes por robo, murió desangrado tras recibir un disparo en el abdomen con una escopeta de caza el pasado sábado por la mañana cuando asaltaba un chalé en Porreres.

La autopsia ha confirmado que el muchacho falleció por un shock hipovolémico, es decir, por una hemorragia masiva. Mauricio sufrió una lesión mortal por arma de fuego.

El tiro que recibió le produjo un traumatismo abdominal severo con una pérdida masiva de sangre, según pudieron determinar los forenses.

La autopsia también ha concluido que la etiología de la muerte es homicida.