Fue el segundo golpe en pocas semanas en el mismo chalé de Porreres, pero en esta ocasión el intento de robo acabó en tragedia, con uno de los atracadores muerto a consecuencia del disparo a bocajarro que el dueño de la casa le propinó en el abdomen con una escopeta de caza.

Según fuentes de la investigación, la banda de atracadores que la mañana del sábado a las nueve asaltó un chalé de las afueras de la localidad, reduciendo a los dueños mientras revolvía la casa en busca de dinero, robó el pasado mes de diciembre 35.000 euros a los dueños de la finca en un asalto al domicilio idéntico al que se produjo ayer, pero con resultado exitoso para los delincuentes.

Sin embargo, en esa ocasión los dueños de la casa no denunciaron los hechos, pese a la violencia con la que se produjeron los hechos. Y nada supieron del episodio ni la Guardia Civil ni la Policía Local de Porreres. Según la investigación, la banda de atracadores seguramente pensó que tenía un filón en el matrimonio formado por Pau R., de 77 años, exempleado de la Banca March y empresario de máquinas tragaperras, y su esposa. Y por este motivo decidió volver al domicilio para repetir el golpe.

La casa, una vivienda aislada y sin vecinos, situada en una empinada bifurcación en la carretera entre Porreres y Montuïri, ofrecía muchas facilidades a la banda de atracadores. Pero en esta ocasión Pau R. tenía las escopetas de caza cargadas. Y, al parecer, simuló ir a buscar dinero a la caja fuerte para entregárselo a los atracadores y en ese momento cogió una de las escopetas y disparó a bocajarro a uno de los asaltantes, de nacionalidad colombiana, que ya no se recuperó de las heridas y murió en el hospital de Son Espases a las 14.30 horas.

Pese a la cercanía en el tiempo del primer atraco, el matrimonio seguía guardando una gran cantidad de dinero en metálico en la casa, "unos miles de euros en monedas de las máquinas tragaperras". Y esta circunstancia podría ser conocida por los asaltantes, dada la facilidad con el que cometieron el primer robo.

Mientras la Guardia Civil y la Policía continuan buscando a los atracadores, que ayer consiguieron evitar el despliegue policial montado en Porreres, y estrechando el cerco, Pau. R, el dueño de la casa, y su esposa, antes de declarar ante el juez, se recuperan en el hospital de las heridas que le produjeron los asaltantes.Conmoción en Porreres

Los hechos produjeron ayer y todavía hoy un gran revuelo en Porreres, donde no se habla de otra cosa, pues Pau R. es un vecino de la localidad de sobras conocido en el pueblo.

Muchos fueron los que se sorprendieron ayer con el despliegue de la Guardia Civil ocupando todas las carreteras y accesos al pueblo, así con el helicóptero que durante todo el día sobrevoló la zona, especulando sobre lo que podía haber pasado y lo expuesto que se encuentran los vecinos ante un episodio así. La propia alcaldesa de Porreres, Xisca Mora, se desplazó hasta el lugar de los hechos para ser informada de lo ocurrido.