La fiscalía pide seis años de prisión para un hombre acusado de intentar violar a su expareja ante sus dos hijos menores de edad en Palma. El acusado, de 29 años, habría intentado forzar a la víctima a mantener relaciones sexuales hasta que uno de los niños irrumpió en el dormitorio para defender a su madre. La mujer logró zafarse, momento en el que el sospechoso supuestamente le dijo que la mataría si le denunciaba. El ministerio público imputa al procesado delitos de agresión sexual en grado de tentativa y amenazas, y además de la pena de cárcel solicita una orden de alejamiento de siete años. Está previsto que hoy se celebre una vista previa en la Audiencia Provincial sobre este caso.

Los hechos, de acuerdo con el relato de la acusación, ocurrieron el pasado 13 de febrero en el domicilio de Palma donde el hombre y la mujer seguían conviviendo pese a que ya habían roto. Hacia las ocho menos cuarto de la mañana, el sospechoso se encontraba en el salón de la vivienda y vio aparecer a la víctima. El joven se bajó entonces los pantalones y le mostró el pene.

La mujer le recriminó este comportamiento y decidió regresar a su dormitorio, donde estaban sus dos hijos pequeños. El sospechoso, sin embargo, fue tras ella. Una vez en el cuarto, hizo salir a los menores para mantener relaciones sexuales con la víctima, que se negó en todo momento. Para vencer su resistencia, el procesado supuestamente se abalanzó sobre ella, la tiró en la cama y se puso encima.

La intervención de uno de los niños resultó providencial para evitar la agresión sexual. El menor irrumpió en la estancia con un cuchillo y le dijo al hombre que dejara en paz a su madre. Esta consiguió entonces zafarse y el acusado desistió.

El hombre, sin embargo, intimidó a la víctima para evitar que acudiera a la Policía. Le espetó que si denunciaba los hechos, la mataría y él iría a la cárcel, siempre según el relato del ministerio público.

Las amenazas no surtieron efecto y ese mismo día la mujer contó lo sucedido a las autoridades y logró una orden de protección. El acusado fue detenido y quedó en libertad por orden judicial.

La fiscal considera que estos hechos constituyen un delito de agresión sexual en grado de tentativa con la agravante de parentesco y otro de amenazas. Por ellos reclama cinco y un año de prisión respectivamente, así como una orden de alejamiento que le impida acercarse a la víctima durante siete años.