La tensión era palpable el pasado lunes en la celebración del Día de la Policía en el patio de La Misericòrdia, en Palma. Habían pasado apenas unas horas desde el referéndum en Cataluña y las imágenes de las cargas policiales eran muy recientes. En su discurso, la delegada del Gobierno, Maria Salom, defendió la tesis oficial y destacó el papel de los policías como garantes de la legalidad: "Estáis donde el país os necesita, porque no es posible exigir derechos y libertades sin cumplir con la legalidad". Tesis compartida por el jefe superior, Antonio Jarabo, que pronunció un discurso aséptico, recordando los principales logros policiales del año, que remató recalcando que "no hay más legitimidad que la fundamentada en la Constitución, como garantía de los derechos de todos".
Críticas al gobierno
Pero tras esta apariencia monolítica hay personas. Y discrepancia. La defensa en bloque de las actuaciones policiales en Cataluña era posteriormente cuestionada, en voz baja, eso sí, por algunos policías y guardias asistentes al acto. Varios de ellos se mostraron muy críticos por la decisión del Gobierno, de cargar sobre las espaldas de los cuerpos policiales la responsabilidad de evitar el referéndum. "Nos han puesto a los pies de los caballos", fue uno de los comentarios de un oficial, que criticaba que no hubieran sido capaces de encontrar una solución pacífica y lamentaba el daño a la imagen de Policía y Guardia Civil que habían supuesto las cargas ante los colegios electorales.
Rodríguez, impertérrito
El acto tuvo destacadas ausencias como las de los principales representantes de las instituciones de Balears. Ni la presidenta del Govern, ni el presidente del Parlament, ni el alcalde de Palma acudieron a la cita. Y en cambio sí hubo llamativas presencias, como la del imputado José María Rodrígez. El exconcejal de Urbanismo, exconseller de Interior, exdelegado del Gobierno y exfactótum del PP de Palma parecía estar a sus anchas y no se inmutó cuando el jefe superior mencionó, entre las principales investigaciones del año, la operación Sancus, donde Rodríguez aparece señalado como el principal "artífice en la sombra del organigrama corrupto" -según recoge el sumario- que se habría extendido por la Policía Local y el Ayuntamiento de Palma durante décadas.
Y penalva, muy cerca
Rodríguez estuvo durante el acto a muy poca distancia del juez Manuel Penalva y la jueza Carmen González, los instructores del caso Sancus, una circunstancia que no debió de resultar muy agradable para los magistrados. El concejal y exalcalde, José Hila, también reaccionó indignado con la presencia de Rodríguez. "¿Quién le ha invitado? ¿Quién le ha permitido asistir?", comentaba en una red social. "Seguro que a los policías que le están investigando no les hace ninguna gracia".
Buenas relaciones
Pero la celebración del Día de la Policía dio para más, y hubo momentos muy positivos. Uno, la muestra de las buenas relaciones que mantienen con la Guardia Civil, y que se tradujeron en condecoraciones a dos destacados oficiales de la Benemérita, el capitán Navarro y el brigada Marines, artífices de investigaciones conjuntas que permitieron desarticular una banda organizada y altamente especializada en asaltos a domicilios en Eivissa.
Tesón de hierro
Otro momento especial fue cuando sonó por megafonía Tesón de hierro, el himno oficial de la Policía, creado hace poco más de un año. Un veterano oficial admitía, poco después, que "todavía no nos sabemos la letra", así que la mayoría de los asistentes se limitó a escucharlo en posición de firmes.
Mensajes de apoyo
Tras los incidentes en Cataluña, donde los contingentes de Policía y Guardia Civil han sufrido escraches en sus hoteles por parte de manifestantes, la Jefatura Superior de Balears ha recibido llamadas de propietarios de viviendas en ciudades catalanas que los ofrecen para albergar a los agentes desplazados. Los mensajes de apoyo de ciudadanos anónimos han llegado incluso a la central de emergencias del 091. Y en los balcones de la Comandancia de la Guardia Civil se ha multiplicado la exhibición de banderas españolas. Ya hay más de una decena.
