La Policía Nacional de Palma arrestó a una pareja que presuntamente extorsionó durante años a una joven, a la que obligaron a prostituirse para pagarles, incitaron a que consumiera droga y forzaron a abortar cuando se quedó embarazada. Los investigadores calculan que a lo largo de este tiempo les habría entregado unos 500.000 euros.

La investigación se inició gracias a la denuncia de una organización no gubernamental que lucha contra la explotación sexual de mujeres en Asturias, que alertó sobre una joven que estaría siendo forzada a prostituirse por una organización asentada en Palma.

Según la denuncia, la mujer había vivido y trabajado durante varios años en Mallorca, donde conoció a una joven y posteriormente se vio envuelta en una trama de pequeñas estafas. En esa época comenzó a ser chantajeada por un hombre, al que conocía como Vladimir, y que creía formaba parte de una organización criminal de Europa del Este. Este hombre comenzó a extorsionarla y le exigía continuos pagos para no ser detenida por estas estafas y otros delitos.

La víctima confió este problema a su amiga, que la puso en contacto con unos supuestos abogados, que le indicaron que pagara lo que le reclamaba el chantajista mientras ellos buscaban una solución. Pero las exigencias se hicieron cada vez mayores y ella tuvo que compaginar dos trabajos para satisfacer sus exigencias.

La joven dejó sus trabajos y regresó a Asturias, donde vivía su familia, en un intento de huir de la extorsión. Sin embargo, los presuntos criminales la localizaron poco después y el chantaje continuó, hasta el punto de que la joven llegó a entregarles los ahorros de sus abuelos y una tía suya, por un montante de más de 100.000 euros. Al mismo tiempo, perdió el piso que tenía al no poder hacer frente a los pagos de la hipoteca.

Cuando se quedó sin fuentes de ingreso los extorsionadores le exigieron que se prostituyese y la indujeron a que consumiera droga para continuar con estas prácticas.

La joven llegó a estar absolutamente sometida a los chantajistas, a los que realizaba transferencias bancarias periódicas e informaba de todos sus movimientos. También aceptó todas las imposiciones de los criminales, como que aceptara a mantener relaciones sexuales sin preservativo si se lo pedía el cliente, o llegar a trabajar doce horas diarias o cuatro meses seguidos sin descansar un solo día. Cuando se quedó embarazada fue obligada a abortar.

Las investigaciones de la Policía Nacional de Palma permitieron identificar finalmente a los responsables de la extorsión y descubrieron que no era ningún grupo criminal de Europa del Este. Realmente se trataba de su "amiga" de Mallorca y su expareja, que habían urdido toda la farsa para poder coaccionarla. Los agentes calcularon que a lo largo de los años podrían haber obtenido de ella unos 500.000 euros, además de provocar la pérdida de su casa y su adicción a la cocaína. Los dos fueron detenidos en Palma.

En la investigación han colaborado agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras de las Jefaturas de Balears y Asturias.