Los quince detenidos el pasado miércoles por presuntamente integrar una banda de carteristas que se dedicaba a cometer hurtos a turistas en varios puntos de la isla quedaron ayer tarde en libertad por orden judicial. El magistrado de guardia de Palma acordó para diez de ellos la prohibición de aproximarse a los términos de Palma, Calvià y Llucmajor. Mientras, los cinco restantes salieron libres sin ninguna medida cautelar al tener antecedentes muy antiguos.

Los sospechosos, la mayoría de origen rumano, fueron detenidos en el marco de una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Están acusados de delitos de hurto y pertenencia a grupo criminal. Ayer por la mañana fueron conducidos ante el juzgado de instrucción número 7 de Palma, en funciones de guardia. La mayor parte de los quince arrestados se acogió a su derecho a no declarar. Solo respondieron a preguntas de carácter personal para tratar de acreditar su arraigo en la isla. Pasadas las tres de la tarde, todos ellos quedaron libres por orden del juez. A diez de ellos se les dictó órdenes de alejamiento de Palma, Calvià y Llucmajor. El objetivo de esta banda eran principalmente los turistas, a quines sustraían carteras y otros objetos de valor.