Casas de lujo, naves industriales y empresas de todo tipo. Estos eran los objetivos preferentes de una activa banda de ladrones, altamente especializados, que han desplegado una actividad delictiva frenética en los últimos meses. La Guardia Civil detuvo este jueves al menos a nueve personas y registró una docena de domicilios de Palma, Inca, Llucmajor, Lloret y Petra.

En el transcurso de una labor de vigilancia la noche del miércoles en Petra, uno de los sospechosos arrolló con su Mini a un guardia civil. El agente salió despedido por los aires y acabó policontusionado, de baja en su domicilio. El sujeto fue interceptado poco después y detenido por atentado.

A primera hora de la mañana, un centenar de efectivos de la Policía Judicial, Unidad Central Operativa (UCO) y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) de la Guardia Civil se desplegaron por domicilios de Palma e Inca, principalmente. Los agentes intervinieron gran cantidad de joyas, dinero en efectivo y múltiples aparatos electrónicos, la mayoría, televisores. También se incautaron de gran cantidad de herramientas utilizadas, presuntamente, para perpetrar los robos e inhabilitar las alarmas de los inmuebles.

Las fechorías protagonizadas por esta banda se habían multiplicado en los últimos meses. Los integrantes están interrelacionados entre sí y tienen parentesco. Eran muy selectivos a la hora de seleccionar sus objetivos, con la finalidad de asegurarse en cada golpe un abultado botín. También habían demostrado un elevado grado de especialización.

A raíz de estas pesquisas, los investigadores del instituto armado activaron la denominada ‘Operación Ciconia’ para desmantelar este grupo organizado de delincuentes. Todos ellos mantenían un elevado nivel de vida, que no podían justificar con sus ingresos.

“¿Qué es lo que pasa?”

A primera hora de la mañana de este jueves se puso en marcha la fase de explotación. En Palma, los registros y las detenciones se produjeron en las calles Murta, Antoni Mus, José Salazar y en el Camí de Son Cladera. Mientras, en la capital de es Raiguer se inspeccionaron domicilios en las calles Jesús, Antonio Fluxà, Cristo Rey y en el Camí de Mandrava y en una finca de Inca. También se actuó en parcelas de Llucmajor y Lloret de Vistalegre.

“¿Qué es lo que pasa aquí?”, preguntó alarmada -con cierta psicosis terrorista- una conductora, al cruzar la calle Murta y toparse con guardias civiles con el rostro cubierto con pasamontañas. “¡Circule!”, le apremió un agente en vista del atasco que estaba generando. Mientras, en Inca no pasaron inadvertidos cuatro televisores de alta gama recién sacados de un domicilio. “¿Adónde se los llevan?”, preguntó ojiplático un pequeño al ver la escena.