Un juzgado de Palma ha condenado hoy a una familia de origen búlgaro a penas que suman dos años y nueve meses de prisión por propinar una brutal paliza a un extranjero a la salida de un bar de la ciudad en febrero de 2016. El matrimonio y sus dos hijos han confesado los hechos y se han declarado autores de un delito de lesiones. El magistrado les ha prohibido aproximarse a la víctima a menos de 500 metros y comunicarse con ella por un periodo de dos años. También les ha impuesto una indemnización para el perjudicado de 5.531 euros por las heridas y secuelas causadas.

El padre y cabeza de familia ha aceptado la pena más alta, dos años de prisión, ya que fue quien golpeó en la cabeza con un objeto metálico al hombre. No ha quedado constancia si le agredió con una barra de hierro o con la persiana metálica del establecimiento, que se encontraba parcialmente bajada. La víctima sufrió un severo traumatismo craneoencefálico con una herida incisocontusa que precisó diez puntos de sutura.

El resto de acusados, la madre y un hijo y una hija, se han conformado con sendas condenas de tres meses de cárcel por su participación en la agresión. Según la fiscalía, una vez que el perjudicado se hallaba en el suelo, ellos se sumaron al ataque y le golpearon con patadas. La sentencia dictada 'in voce' hoy por el juez ya es firme.

Los hechos se remontan al pasado 21 de febrero de 2016, sobre las doce y cuarto de la noche, cuando los cuatro sospechosos se personaron en un bar situado en la calle Valparaíso de Palma, donde momentos antes uno de ellos, el hijo, había mantenido una discusión con un extranjero. El padre invitó a salir al exterior al cliente, donde le esperaba el resto de investigados. Cuando el perjudicado iba a abandonar el local, la persiana del establecimiento se hallaba parcialmente bajada, lo que le obligó a agacharse. En ese momento, el cabeza de familia le golpeó con un objeto indeterminado metálico, sin poder constatar si se trataba de una barra de hierro o la propia persiana utilizada como arma. Le agredió en la cabeza y luego se sumaron los otros tres sospechosos, que le patearon en el suelo.

Como consecuencia de la paliza, la víctima padeció un traumatismo craneoencefálico con una herida incisocontusa. Necesitó tratamiento quirúrgico mediante diez puntos de sutura y tardó 20 días en curar de las lesiones. Le ha quedado como secuela una cicatriz que ocasiona perjuicio estético. La acusación particular, ejercida por el letrado Antoni Albertí, solicitó 5.531 euros de indemnización, cantidad que ha fijado el juez como responsabilidad civil en la sentencia dictada hoy.