El año pasado ardieron en Baleares 229,77 hectáreas en 113 incendios forestales, lo que supone más del doble (115%) de superficie quemada que en 2015 pero una tercera parte (33,4%) de la media de la última década. Según el balance del Servicio de Gestión Forestal hecho público ayer por la conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, del total de incendios forestales 18 afectaron a más de una hectárea, mientras que los 95 restantes no alcanzaron ese tamaño y son catalogados como conatos.

El 37,5% de la superficie quemada eran zonas arboladas y el resto espacios naturales poblados de matorral y garriga (33%) y pastos y cañas (29,5%). En cuanto a las causas de los siniestros, las negligencias y accidentes han ocasionado el 43% de los fuegos, una media inferior al 54% de los últimos diez años, mientras que los incendios intencionados se mantienen en un promedio del 35%.