La Audiencia de Palma ha absuelto a un hombre de 53 años de violar a una joven de 28 que acabó arrojándose al vacío desde un puente de unos cinco metros de altura en Inca, lo que le produjo heridas de diversa consideración, ante las dudas surgidas y las "numerosas" contradicciones en que incurrió la víctima durante el juicio. La sección segunda ha exonerado al sospechoso de los delitos de agresión, abuso sexual y lesiones de los que fue acusado.

El tribunal concluye que existen dudas sobre los actos libidinosos no consentidos o forzados que se le imputaban y da mayor credibilidad a la versión del hombre, que mantuvo que ambos tuvieron relaciones sexuales consentidas.

La sala destaca las "numerosas paradojas y contradicciones" de la perjudicada en su declaración. Detalla que no supo dar respuestas convincentes, no ofreció justificaciones lógicas sobre algunas disparidades y su tesis no encaja cronológicamente sobre el momento en el que ambos se marcharon de casa tras el episodio sexual. Además, la sentencia no descarta que la joven confundiera las circunstancias de los hechos vividos debido a que había consumido cocaína horas antes, unido a que ese mismo día había recaído en las drogas después de cinco años de deshabituación y a que también estaba en tratamiento contra la depresión.

Según se declara probado, el acusado y la víctima coincidieron en un bar de Inca la tarde del 1 de abril de 2011. La joven había tomado cocaína y buscaba a alguien que la llevara a Palma. El hombre la trasladó a la ciudad y pasaron por Son Banya. De vuelta a Inca, en la medianoche, ella le preguntó si podía pasar la noche en su casa por el estado en el que se encontraba. Él accedió. De camino al domicilio, ella pasó por un bar donde obtuvo más cocaína. Una vez en casa, ambos mantuvieron sexo consentido, durmieron y a las cinco de la madrugada él la llevó en coche. Ella se quedó en un puente de Inca a solas, envió un mensaje a su madre y se tiró de cinco metros, resultando herida.