Nuevo accidente laboral en Mallorca. Un operario de mediana edad resultó herido ayer por la mañana con quemaduras en el rostro y los brazos debido a una deflagración cuando trabajaba en una empresa de gestión de residuos de Bunyola. El empleado, de unos 40 años, se encontraba manipulando una máquina de enfriamiento de 'pelets', un material aislante similar a una espuma que se encuentra en el interior de las neveras, cuando se produjo la combustión. Fue alcanzado en la cara y las extremidades superiores por la llamarada. Una vez estabilizado por los servicios sanitarios, una ambulancia lo trasladó a la mutua, donde los facultativos valoraron las quemaduras sufridas.

La Policía Local de Bunyola acudió al lugar de los hechos de inmediato en el polígono de ses Veles, así como las patrullas de la Guardia Civil, que se hicieron cargo de las diligencias. Los agentes han iniciado una investigación para aclarar las causas y las circunstancias en las que se produjo el siniestro laboral.

Por otro lado, en Menorca, un joven francés de 33 años resultó herido muy grave el pasado lunes por la tarde tras la explosión de una moto acuática que estaba limpiando en una gasolinera de Cala en Blanes, muy cerca de Ciutadella. El afectado sufrió quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo y fue evacuado al hospital Mateu Orfila, en Maó. Debido a la gravedad de sus lesiones, un avión medicalizado lo trasladó luego al hospital Vall d'Hebron, en Barcelona, para ser tratado en la unidad de grandes quemados. El paciente ayer permanecía en el centro de referencia catalán estable dentro de la gravedad.

Bunyola

El último accidente laboral en Mallorca tuvo lugar ayer aproximadamente a las ocho menos diez minutos de la mañana en una empresa dedicada a la gestión de residuos, situada en el polígono de ses Veles, en el término municipal de Bunyola.

Un trabajador resultó herido al sufrir quemaduras en el rostro y los brazos e inmediatamente se activaron los efectivos de los servicios de emergencia.

En un primer momento, llegaron a la zona los agentes de la Policía Local de Bunyola y, poco después, se personaron los servicios sanitarios del 061, así como la Guardia Civil.

Los especialistas practicaron los primeros auxilios al afectado y le vendaron la cara y los brazos. Una vez fue estabilizado el trabajador, una ambulancia lo derivó hasta la mutua, en Palma.

De forma paralela, se inició una investigación por parte de la Guardia Civil. El empleado herido se encontraba trabajando con una máquina de enfriamiento de 'pelets', la espuma del interior de las neveras, cuando se desencadenó una deflagración que le alcanzó en el rostro y sus extremidades superiores.

El día anterior, el lunes sobre las ocho y cuarto de la tarde, un ciudadano francés sufrió graves quemaduras en el 50 por ciento del cuerpo, si bien no le afectaron a la cara ni a las vías respiratorias, en una gasolinera de Cala en Blanes, en Menorca. La moto acuática que limpiaba, que se hallaba sobre un remolque que era tirado por un coche, explotó por causas que se desconocen. El estallido alcanzó de lleno al joven extranjero, de 33 años y quemó los vehículos.

Las llamas originadas en la moto causaron cierta alarma por la proximidad de los surtidores de combustible. Al final, el fuego fue sofocado y la Policía Nacional se ha hecho cargo de las pesquisas.

El perjudicado fue evacuado en estado muy grave a un hospital de Menorca y de allí lo derivaron a otro de Barcelona.