La Audiencia de Palma ha condenado a un hombre a abonarle 30.640 euros a su exmujer, después de hacer que una grúa se llevara un vehículo que le había correspondido a ella en el convenio que regulaba su divorcio y haberlo vendido.

La sección número 3 del tribunal provincial ha desestimado el recurso de apelación que había interpuesto el hombre y ha confirmado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 5 de Inca que le condenó a pagar dicha cuantía.

Cuando se separaron, el matrimonio firmó un convenio regulador en virtud del cual la mujer se quedaba un todoterreno que había estado a nombre de la empresa de la que el marido era propietario. Desde ese día, la mujer utilizó el vehículo.

La Audiencia de Palma recuerda en la sentencia que aunque ese acuerdo no fue ratificado, en la demanda de divorcio el hombre no cuestionó las medidas económicas y patrimoniales del acuerdo privado.

Sin embargo, el día que estaba señalada la vista de medidas provisionales, el hombre aprovechó que su exmujer acudió a los juzgados con el todoterreno para avisar a una grúa para que se lo llevara, porque aún figuraba él como titular. Vendió el vehículo por 24.000 euros.

La mujer reclamó el resarcimiento del valor del coche por incumplimiento de lo pactado en el convenio regulador y pidió 36.000 euros. El hombre se opuso alegando que el convenio regulador no había sido ratificado y que la sentencia de divorcio estableció una pensión compensatoria para la mujer.

El tribunal de la Audiencia de Palma señala en la sentencia que la función de la pensión compensatoria no es la de igualar patrimonios sino la de indemnizar al cónyuge por la merma de ingresos y consiguiente disminución del nivel de vida que le produce la crisis matrimonial.

Añade que dicha pensión compensatoria no está vinculada a la liquidación del régimen económico matrimonial, en el que tuvo lugar la cesión del todoterreno.

El tribunal comparte además el parecer del juez de primera instancia de aceptar la pericial que aportó la mujer para acreditar el valor del coche, salvo por el coste de algunos accesorios que venían de serie, por lo que se fija en 30.640 euros.