Un hombre de 41 años fue detenido el pasado fin de semana tras una peligrosa persecución desde Manacor a Vilafranca. El acusado intentó arrollar a un policía, embistió el coche patrulla y al ser interceptado la emprendió a golpes contra dos agentes, que tuvieron que ser atendidos en un hospital y están de baja. El acusado creía que estaba en busca y captura por una condena anterior, sin saber que el juzgado le había suspendido la pena.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo de madrugada, cuando el sospechoso sufrió un pequeño accidente de tráfico en Manacor y no se detuvo. El otro conductor logró darle alcance y lo interceptó cuando pretendía apearse del coche, tras lo que alertó a la Policía Local. Cuando los agentes llegaron al lugar, el acusado montó de nuevo en su turismo y un policía se puso delante para que no se marchara. Sin embargo, el hombre aceleró y obligó al funcionario a tirarse a un lado para no ser arrollado.

Ahí comenzó una peligrosa persecución por las calles de Manacor. El fugitivo apagó las luces de su coche y huyó a toda velocidad, obligando a los vehículos y peatones con los que se cruzaba a apartarse.

Una patrulla de la Policía Local de Manacor fue tras él para interceptarlo. El hombre no hizo caso a sus señales para que se detuviera e incluso embistió el coche de sus perseguidores. Pero no pudo poner tierra de por medio y acabó dirigiéndose a la carretera que conduce a Vilafranca a gran velocidad.

Fue a la entrada de esta localidad donde terminó su huida. El acusado perdió el control de su turismo y acabó estrellándose. Pese al accidente, el hombre no cejó en su empeño de escapar. Cuando los policías se apearon del coche patrulla y se acercaron a él, el sospechoso bajó y la emprendió a patadas y puñetazos contra ellos. Fue necesaria la intervención de más agentes para lograr reducirlo y detenerlo.

Los dos policías agredidos tuvieron que ser atendidos en el hospital comarcal. Ambos están de baja por las lesiones sufridas: uno de ellos padece un esguince de muñeca y el otro, varias contusiones.

El detenido fue trasladado a comisaría, acusado de delitos contra la seguridad vidal, atentado y daños. Tras ser identificado, se comprobó que era un hombre de 41 años que había sido condenado hace un tiempo en otra causa, explicaron fuentes policiales. Al parecer, el juzgado le concedió la suspensión de la pena a condición de que no cometiera ningún delito en dos años. Sin embargo, el sospechoso no tuvo conocimiento de esta circunstancia y creía que todavía tenía pendiente el cumplimiento de aquella condena, por lo que decidió huir. El hombre fue puesto a disposición del juzgado de guardia de Manacor, que lo dejó en libertad.