La Policía ha desarticulado una organización dedicada a introducir de forma irregular en Mallorca a ciudadanos nicaragüenses a cambio de quedarse todas sus propiedades en aquel país. Los agentes han detenido en las últimas semanas a ocho personas, tres de las cuales han sido encarceladas, por favorecimiento de la inmigración ilegal, pertenencia a organización criminal y delitos contra los derechos de los trabajadores.

La investigación, que comenzó al detectarse en Manacor un inusual aumento de inmigrantes nicaragüenses, ha revelado que los cabecillas captaban en aquel país a personas con escasos recursos que quisieran instalarse en España. A cambio del viaje y de un puesto de trabajo, las víctimas contraían una gran deuda a la que se añadían intereses de hasta el 36 por ciento anual.

Para garantizar el pago, los inmigrantes debían hipotecar todos los bienes que tuvieran en su país y entregar un poder notarial a los cabecillas de la red. El objetivo real de los acusados era que no pudieran abonar la deuda para poder adueñarse así de las propiedades en Nicaragua.

La organización se encargaba de conseguir que entraran en España como turistas, prestándoles el dinero que debían acreditar en las fronteras por las que pasaban e incluso se reservaban habitaciones de hotel. Una vez en Mallorca, los inmigrantes permanecían unos días en los domicilios de los cabecillas y luego eran trasladados a otras viviendas en las que ejercían de empleados domésticos de forma fraudulenta, ya que carecían de permisos.

Dos de los presuntos líderes de la red son un matrimonio de nicaragüenses afincados en la isla, que fueron arrestados e ingresaron en prisión a mediados de agosto, como adelantó DIARIO de MALLORCA. Las pesquisas, llevadas a cabo por agentes de la comisaría de Manacor y de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF), siguen abiertas.