La tragedia sacudió ayer sa Ràpita. Una niña de nueve años murió al caerse al mar desde la embarcación en la que navegaba con sus padres y sufrir gravísimas lesiones por la hélice. La pequeña falleció poco después.

El accidente náutico ocurrió sobre las dos y media de la tarde de ayer a unas 200 metros de la playa de sa Ràpita, situada en el término municipal de Campos, fuera de la zona de balizamiento. Una familia procedente de Burgos y unos amigos viajaban en una lancha semirrígida que habían alquilado.

La pequeña, de nueve años, se había sentado en la popa de la embarcación cuando esta dio un bote y la menor cayó al agua. La niña tuvo la fatalidad de ser alcanzada por la hélice en el rostro y en la cabeza.

Los padres de la niña la subieron a bordo y pidieron auxilio en el cercano Club Náutico de sa Ràpita. El socorrista atendió a la menor y acudió con un botiquín. No obstante, la víctima presentaba lesiones faciales y craneales muy graves. Pese a ello, la pequeña no llegó a perder la conciencia.

Instantes después, una UVI móvil y una ambulancia convencional del Ib-salut se trasladaron a la playa de sa Ràpita para atender a la niña. Los facultativos practicaron a la pequeña maniobras de resucitación cardiopulmonar. Los esfuerzos resultaron vanos y la víctima no respondió a los estímulos. Finalmente, el personal sanitario se vio obligado a certificar su defunción.

Nada más conocerse el alcance del accidente náutico, un dispositivo especial de emergencias se activó para atender a la niña. Así, efectivos de la Policía Local de Campos, investigadores de la Policía Judicial y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil se movilizaron de inmediato.

Una embarcación de Salvamento Marítimo se desplazó hasta la playa de sa Rápita por si era requerida para algún tipo de intervención. No obstante, no fue precisa su actuación en este caso.

Por su parte, los efectivos de la Policía Judicial y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil abrieron una investigación para esclarecer las circunstancias que rodearon el accidente que provocó la muerte de la niña.

Las pesquisas de los investigadores se centraron tanto en reconstruir cómo se había producido el accidente como en analizar el estado de las embarcaciones. Por este motivo, la lancha de alquiler en la que viajaba la pequeña fue intervenida para analizar cómo se encontraba.

En el momento de producirse el accidente, el estado de la mar era óptimo para navegar y no había un excesivo oleaje que complicara la excursión marítima de la familia en la embarcación semirrígida.

El médico forense examinó el cuerpo de la niña para verificar el alcance de las lesiones. A continuación, el juez de Manacor en funciones de guardia ordenó el levantamiento del cadáver de la víctima.

Los operarios de los servicios funerarios trasladaron el cuerpo de la pequeña hasta el Instituto Anatómico Forense de Palma para que le sea practicada la autopsia y esta determine con exactitud la causa de su muerte.

Apoyo psicológico

El servicio de Emergencias del Govern, el 112, activó el psicólogo para que asistiera a los padres de la niña y les ayudara a afrontar su muerte. Al parecer la familia se había trasladado de Burgos a Mallorca para pasar unos días de vacaciones y el padre decidió alquilar una embarcación semirrígida.

El trágico fallecimiento de la menor en el accidente provocó una profunda conmoción en sa Ràpita y, por extensión, en Campos. El alcalde Sebastià Sagreras se mostró muy consternado al conocer la muerte de la pequeña. "Ha sido un drama familiar", apuntó.

Otro tanto ocurrió en el cercano Club Náutico de sa Ràpita. Nada más tener conocimiento del accidente y de las graves heridas que presentaba la menor, un socorrista acudió en su auxilio con el botiquín. La noticia de la muerte de la niña provocó un sentimiento de profunda desolación a todos los presentes en las instalaciones y en la playa.