La Audiencia de Palma tiene previsto juzgar la semana que viene a un hombre de mediana edad por abusar sexualmente de una joven discapacitada de 22 años aprovechándose de su estado y también por beneficiarse de las ganancias que esta obtenía prostituyéndose en Inca, sa Pobla y Can Picafort. Además, el sospechoso, un ciudadano de origen dominicano de 46 años, también le pedía y se apropiaba de una parte de su asignación semanal, una pensión que le administraba de forma regular una fundación que la tenía tutelada.

La fiscalía pide para el imputado penas que suman diez años de cárcel por un delito de abuso sexual con acceso carnal y otro delito de prostitución.

Los hechos se remontan al periodo comprendido entre junio de 2013 y marzo de 2014, cuando el sospechoso, prevaliéndose de la discapacidad psíquica que padece una joven que entonces contaba 22 años, así como de otras circunstancias como que estaba tutelada por una fundación y vivía en régimen de acogida externa en un domicilio de Palma con un matrimonio, mantuvo relaciones sexuales completas con ella, según la acusación. La víctima sufría una discapacidad del 71% y había sido reconocida su incapacidad total a finales de 2012. Además, recibía una pensión que le administraba la fundación que la tutelaba y que consistía en 30 euros semanales. Cuando la joven abandonaba el domicilio de acogida por discrepancias con los acogedores, el imputado se aprovechaba y le pedía, a cambio de dejarla estar en su casa, que le diera parte de su pensión y el dinero que ganaba prostituyéndose.