Cinco electricistas de la brigada del Ayuntamiento de Ciutadella aprovecharon los desechos de obras para apropiarse de 1.300 kilos de cable de cobre de propiedad municipal y venderlo en empresas de reciclaje. Todos ellos se apropiaron de unos 1.500 euros gracias a su venta. Agentes de la Policía Nacional detuvieron a los cinco funcionarios de este consistorio menorquín por un presunto delito de malversación de caudales públicos.

La investigación se inició el pasado 27 de mayo a partir del denominado como ´Action Day´. Ese día se día se activó una operación policial a nivel europeo para combatir la compraventa irregular de metales.

Fruto de estas pesquisas, los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Ciutadella descubrieron la supuesta venta fraudulenta de cable de cobre en empresas de compraventa de la localidad menorquina. El vendedor de este material fue identificado como un funcionario de la brigada municipal de electricistas.

Los agentes encargados del caso sospecharon que otros empleados públicos encargados de la electricidad del Ayuntamiento de Ciutadella también podrían estar implicados en la trama. Las sospechas pronto se vieron confirmados. Otros cuatro funcionarios del consistorio menorquín aparecieron involucrados.

La venta del cable de cobre se efectuó en dos fases. La primera transacción se efectuó el pasado mes de enero de 2014. El principal sospechoso efectuó varias ventas de 600 kilos de cable de cobre. La segunda operación la realizó un año después. En esta ocasión vendió el preciado metal en febrero del presente año. El montante total ascendió a 1.300 kilos.

A continuación, los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía trataron de delimitar cómo se había producido la operación. Estos cinco funcionarios encargados de la electricidad del Ayuntamiento de Ciutadella se habían puesto de común acuerdo para acumular la mayor cantidad posible de cable de cobre procedente de diversas instalaciones de titularidad municipal.

Empresas de compraventa

Una vez que la cantidad de cable de cobre había alcanzado una cantidad considerable, uno de los electricistas del ayuntamiento menorquín se encargaba de venderlo en empresas de compraventa de metales.

Dos hechos llamaron poderosamente la atención de los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía al escudriñar este caso. Por un lado, el elevado volumen de cable de cobre supuestamente sobrante con el que se habían conseguido hacer los implicados en esta trama. Por otro, los agentes se sorprendieron de que todos los sospechosos fueran funcionarios encargados de la electricidad en el consistorio menorquín.

Las pesquisas siguen abiertas para dilucidar completamente cuál era la exacta procedencia del cable de cobre.