Los vecinos de sa Coma recuperaron ayer la normalidad después de que apareciera, a primera hora de la mañana, el cadáver de Adán, el chimpancé que permanecía huido del zoo de la localidad desde el lunes. El animal se ahogó en una de las cubas de la depuradora de Sant Llorenç. Todos los indicios apuntaban a que se había caído al agua el mismo día que se escapó, y no pudo salir ya que las paredes del depósito son muy lisas. Mientras, proseguía la polémica por la muerte a tiros de la hembra de chimpancé, Eva, que también se escapó y fue abatida a tiros por un agente del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Balears (Cofib).

Sobre las siete y cuarto de la mañana de ayer, un empleado de la depuradora de Sant Llorenç se percató, durante una inspección rutinaria, de que había el cuerpo de un chimpancé flotando en el agua en una de las cubas de la instalación. Se trataba de Adán, el primate que se escapó el lunes del zoo de sa Coma junto a su compañera, Eva, y cuya fuga había motivado un gran operativo de búsqueda en la zona en la que participaron la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y el Cofib.

Fue necesario el uso de una grúa para recuperar el cuerpo del simio del agua, que posteriormente fue trasladado en un camión. Al lugar acudieron poco despúes agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que se hicieron cargo de la investigación sobre lo ocurrido.

En un principio, las hipótesis de los investigadores apuntan a que el chimpancé habría caído a la cuba el mismo día de su fuga, lo que explicaría que no hubiera sido visto desde entonces. Presumiblemente el animal no pudo salir del depósito porque las paredes son muy lisas, y murió ahogado. El cadáver habría quedado en el fondo, por lo que no fue descubierto hasta pasados estos días, cuando salió a la superficie.

De esta manera acabó la situación de alarma vivida en la zona, ya que se había dado aviso de que el animal huido podía ser peligroso. Como explicó el alcalde de Sant Llorenç, Mateu Puigrós, los vecinos de los alrededores estaban nerviosos. "La gente se ha quedado más tranquila ahora, al saber que todo se ha acabado".

Durante estos días, un operativo de más de cincuenta personas ha estado buscando al chimpancé huido.

La vuelta a la normalidad no rebaja, sin embargo, la polémica. Tanto el GOB como otras asociaciones conservacionistas han solicitado el cierre del zoo y han convocado una concentración el próximo domingo a las doce en las puertas del recinto.

Por otro lado, la organización Proyecto Gran Simio ha anunciado que interpondrá una denuncia penal en los juzgados de Manacor contra el zoo por la muerte de la hembra de chimpancé, que fue abatida a tiros el mismo lunes. La asociación ecologista Baldea indicó ayer que se adherirá a la denuncia.

Tanto desde la Guardia Civil como desde el Cofib explicaron ayer que en esta actuación primó la seguridad de las personas. Los chimpancés estaban considerados animales peligrosos, que "pueden matar a un hombre de un golpe". Indicaron que se buscaron los medios menos lesivos, pero fue imposible capturar a la hembra con vida, ya que estaba muy agresiva.

Según manifestó el gerente del Cofib, Lluís Parpal, los técnicos que participaron en la captura son especialistas en control de fauna. "Se consideró la teleanestesia y la contención química, pero era muy complicado acertar a un blanco en movimiento". Añadió que el animal fue abatido desde unos 40 metros,. Se consideró el riesgo de no acertarle y se tuvo en cuenta que había una población cercana.

El subdirector del zoo Miquel Brunet, negó ayer que los animales que albergan estén mal atendidos e invitó a todos los críticos a visitar el parque y comprobarlo de primera mano. También recordó que los animales fugados no fueron adquiridos por ellos, sino que les llegaron derivados de la Administración, adonde llegaron tras la muerte de su propietario original, el magnate de coches de alquiler Hasso Schutzendorf.