El indigente polaco encontrado ayer en un bosque en Son Rapinya murió acuchillado. La Policía sospecha que el hombre, de 45 años de edad, murió durante una pelea. Ahora, los agentes analizarán las pruebas recogidas en la zona y los resultados de la autopsia para tratar de esclarecer lo ocurrido.

El hallazgo se produjo poco antes de las cinco de la tarde, cuando un ciudadano dio aviso de que había encontrado lo que parecía ser un cadáver oculto en mitad de un bosque muy cerca de una possessió conocida como Son Puigdorfila Nou. El cuerpo estaba tapado con cartones y tablas y solo asomaba una pierna. Una patrulla de la Policía Nacional acudió al lugar, junto a un apartado camino frecuentado por paseantes al que se accede por la calle Alós, para comprobar lo ocurrido, tras lo que se informó al juzgado de instrucción número 5 de Palma, en funciones de guardia.

Una decena de agentes del grupo de Homicidios y de la Policía Científica y un forense se desplazaron al bosque para llevar a cabo una minuciosa inspección ocular. El cadáver estaba deteriorado y los primeros indicios apuntan a que el hombre falleció hace varios días. Aunque inicialmente no se apreciaron signos evidentes de violencia, tras un examen más precisó se comprobó que el cuerpo presentaba heridas de arma blanca.

Varias horas de inspección

El cadáver estaba indocumentado, pero los agentes averiguaron que se trata de un indigente polaco de unos 45 años que llevaba varios meses viviendo allí, donde había construido en una pequeña chabola de madera en la que pasaba las noche. Era conocido por algunas personas que suelen dar paseos por la zona y no consta que hubiera dado problemas a los vecinos.

Los agentes inspeccionaron la escena y recorrieron el bosque hasta entrada la noche para intentar localizar alguna prueba sobre lo ocurrido. Entre otras cosas se llevaron una bicicleta, con la que al parecer se movía la víctima, dos persianas de madera y unos fogones eléctricos que el indigente tenía en la chabola y que serán analizados en el laboratorio en busca de restos biológicos. El cadáver fue trasladado por los empleados de la funeraria al Instituto de Medicina Legal, donde se le ha practicado la autopsia.

Los investigadores localizaron a otro indigente que reside en otra chabola de la misma zona, a unos 300 metros de donde vivía la víctima, y que fue trasladado a comisaría para tomarle declaración como testigo. Según manifestó en un primer momento, nunca había tenido problemas con el hombre, su relación era cordial e incluso se ayudaban en lo que podían. Este testigo afirmó que el polaco llevaba varios meses instalado en la zona y tenía una perra que ayer noche no había sido localizada.

Los agentes tienen previsto tomar declaración a los vecinos de la zona, donde hay varias casas aisladas, por si alguien vio o escuchó algo en los últimos días que pueda arrojar luz sobre el caso y tratan de aclarar con qué personas se relacionaba la víctima para intentar localizarlas e interrogarlas sobre la última vez que la vieron.